La Fiscalía investiga los efectos del sistema de saneamiento de Ribeira sobre la salud pública

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

Carmela Queijeiro

Ha incluido en la causa abierta en mayo informes médicos que ponen en relación el deterioro sanitario de vecinos con los gases

15 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Carmen Vilar está diagnosticada de EPOC y su hija de 16 años de un asma leve y alergia a los ácaros. En el último año, dice la madre, varios episodios la pusieron en alerta. «Sentimos un empeoramento: respirabamos peor, doíanos a cabeza, cansabámonos ao andar, tiñamos a gorxa e o nariz irritados...», relata la vecina de Ribeira, quien dejó en manos de especialistas el tema. Los informes de su evolución clínica constataron el agravamiento y ponen en relación esta circunstancia con la inhalación de gases. Su caso ha sido incluido en la causa abierta en mayo por la Fiscalía de A Coruña que investiga los efectos del nuevo sistema de saneamiento ribeirense sobre la salud pública.

Alergólogos del hospital La Rosaleda comprobaron que la joven, que reside entre dos tanques de tormentas de la zona de Castiñeiras, había desarrollado una «hipersensibilidad a la inhalación de gases». Al mismo tiempo, un informe de un neumólogo del mismo centro alerta de «la repercusión sobre la salud, especialmente en pacientes respiratorios crónicos», de los valores anormalmente altos de ácido sulfhídrico que recoge el informe Eptisa, encargado por el Concello para estudiar la problemática del exceso de conductividad y malos olores tras la puesta en funcionamiento, el pasado verano de la nueva depuradora, todavía en fase de pruebas.

Otros vecinos de la zona tratados por afecciones que hasta ahora no tenían, o cuyo cuadro clínico empeoró repentinamente, han decidido remitir también los informes médicos que lo acreditan para que la Fiscalía los tenga en cuenta en la causa, al igual que Carmen Vidal, quien no descarta emprender denuncias por su cuenta por la vía penal. «Eu teño dereito a vivir, pero a miña filla só está comezando a facelo», dice.

Pilar Pérez Lijó pasó de una crisis anual de asma a tener hasta cinco en el último año. Cuenta que siempre tuvo problemas de piel, pero «estiven máis de dous meses cunha erupción que aínda non se sabe de que foi, e só apareceu nas partes que estaban en contacto co aire», lo que atribuye a los gases que presuntamente emanan de un sifón que hay junto a su vivienda.

Ana Santos, cuyo domicilio se encuentra a pocos metros de uno de los tanques de tormentas más conflictivos, cuenta que, acostumbrada a entrenamientos «intensivos» cuatro días a la semana de pádel y tenis, «en novembro empecei a atoparme mal e faltábame o aire» y, con el tiempo, la cosa fue a más. «Xa case non podo nin andar, porque me canso».

El Concello de Ribeira explica que, en colaboración con Augas de Galicia y Acuaes (organismo ejecutor de la obra), fue localizando distintos problemas que existían en la red de saneamiento. «Todas estas actuacións están a mellorar significativamente a situación de partida e previsiblemente seguirá mellorando nos próximos meses». Y la Consellería de Medio Ambiente indica que «a Xunta está a seguir este tema moi de preto, esixindo a maior dilixencia na resolución do problema», e insiste en que no se recibirá la obra hasta que «hasta que haxa a plena garantía do seu correcto funcionamento».