Agustín Cocola Gant: «Hay que prevenir, Barcelona no ha hecho nada en treinta años. Ahora es muy complicado arreglar el problema»

m. c. REACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El investigador del Centro de Estudio Geográficos de la Universidad de Lisboa explica cuáles son las consecuencias de un desembarco fuera de control de turistas

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Barcelona, Ibiza, Palma, Sevilla, Madrid, Valencia... Esas son algunas de las ciudades que en España empiezan a resentir el conocido como geocentrificación o «efecto Venecia», cuando la llegada en exceso de turistas desplaza a los habitantes locales de las áreas con mayor demanda.

El investigador del Centro de Estudios Geográficos de la Universidad de Lisboa, Agustín Cocola Gant, explica cuáles son las consecuencias de un desembarco fuera de control y advierte de la importancia de prevenir antes de que el problema esté enquistado porque entonces, apunta, «es muy importante ponerle coto, al menos a corto plazo». 

-¿Qué consecuencias tiene esa llegada incontrolada de turistas en una ciudad?

-El debate normalmente está centrado en dos temas. Por una parte, la vivienda y cómo se incrementa su precio en las zonas turísticas donde el alquiler vacacional quita mucho de ese mercado. En Ibiza, por ejemplo, se ha publicado que hay médicos, profesores o policías que tienen ese destino y acaban rechazándolo porque no encuentran una vivienda asequible. Y no hay más que ver el ejemplo de un hospital que tuvo que habilitar una parte para acoger a los facultativos que venían a hacer sustituciones. Por otra parte, está el impacto a nivel de la vida cotidiana en el barrio. En zonas turísticas hay mucho ruido, el comercio cambia de orientación, las tiendas que prestan servicio a los habitantes desaparecen, el espacio público está saturado... como el centro de Palma o Barcelona.

-¿Qué soluciones pueden adoptarse para que eso no ocurra en esos lugares?

-No resulta fácil. A corto plazo es muy complicado solucionar el tema de la vivienda porque hay déficit de inmuebles públicos. Habría que cambiar la ley de arrendamientos urbanos, luego hay que regular el alquiler vacacional porque hay mucha falta de colaboración de Airbnb en este sentido. En la UE hay un vacío legal en ese asunto.

-¿Qué le parecen medidas como limitar el número de licencias en el casco histórico como ha hecho Santiago?

-Ese tipo de medidas están muy bien. Hay que prevenir porque Barcelona no ha hecho nada en treinta años, pero ahora se encuentra con el problema. Dar la vuelta a la tortilla una vez que ha ocurrido es muy complicado. A corto plazo no se puede lograr porque dar la vuelta a esa tortilla implica perder puestos de trabajo. Cuidar el comercio tradicional, no dar licencias... ayudan a prevenir también.