Rafael Bengoa dice en Santiago que es «prematuro» eliminar las mascarillas en interiores antes de Pascua

J. Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

paco rodríguez

El experto internacional en salud pública pide cambios en el sistema de salud y en las residencias para estar mejor preparados ante los nuevos brotes que se esperan del covid

06 abr 2022 . Actualizado a las 00:30 h.

La eliminación de las mascarillas en interiores debería realizarse después de Pascua, si se confirma que la pandemia del covid-19 sigue en nivel bajo y no se produce ningún resurgimiento de la variante ómicron. Hacerlo antes sería «prematuro», a pesar de la buena evolución del covid-19 en las últimas semanas. Así lo defendió en Santiago esta tarde Rafael Bengoa, exasesor de salud pública de la OMS y del gobierno Obama, y actualmente del Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos.

Bengoa intervino en la Cátedra de la Cronicidad de la Universidade de Santiago, de la que es asesor técnico. Alertó a alumnado de la Facultade de Medicina para que se preparen bien en el conocimiento de las enfermedades infecciosas, pues es previsible un futuro con más infecciones de las que se pensaba hace unos años. Eso se deberá a los efectos de nuevos virus, bacterias resistentes a antibióticos, o de guerras. 

Cronicidad después del covid

 Bengoa se refirió a la situación de las enfermedades crónicas después del covid. Apeló a la necesidad de hacer cambios en el sistema de salud y en las residencias y centros sociosanitarios para personas mayores. «Una lección de esta pandemia es que debemos tener a los pacientes crónicos mejor controlados», afirmó. Defendió el uso de tecnologías para que el personal sanitario de los centros de atención primaria, y de especialidades como medicina interna y otras de los hospitales, conozcan la situación y eviten que se descompensen las personas con dolencias crónicas: «eso se hace asegurando que sus cuidadores envíen información y alerten de su situación para poder evitar que se descompensen y tengan que acudir a urgencias. Dentro de 3 o 4 años deben estar conectadas las personas con enfermedades crónicas, y poder saber qué les está pasando en las residencias. Si hubiésemos tenido a esas personas conectadas, eso nos hubiese permitido salvar muchas vidas en esta pandemia», manifestó.

« En el futuro no veremos seguramente nuevas olas como las que hemos pasado, pero sí habrá brotes»

 Las sociedades europeas tenían un elevado número de personas con enfermedades crónicas «y eso fue un caldo de cultivo espectacular para un virus como el que nos ha atacado, para el que se carecía de defensas. Los enfermos crónicos, con enfermedades respiratorias, diabetes, o dolencias vasculares, fueron más susceptibles al nuevo coronavirus».

 Bengoa resaltó la necesidad de «usar lo que hemos aprendido con esta pandemia. No teníamos la infraestructura que necesitábamos, ni en España, ni en Francia, ni en el Reino Unido, ni en Estados Unidos, ni en otros países. La situación está ahora controlada. En el futuro no veremos seguramente nuevas olas como las que hemos pasado, pero sí habrá brotes. Por eso, lo importante en términos de salud pública es mantener parte de la infraestructura que se ha montado durante la pandemia, seguir reforzando la atención primaria y la salud pública, y asegurar una cierta capacidad de rastreo para responder cuando surja algún brote».

Bengoa, que la semana pasada recibió el reconocimiento de doctor honoris causa por la universidad de Belfast, fue presentado en Santiago por Antonio Pose y Montse Sánchez-Agustino, director y subdirectora de la Cátedra de la Cronicidad de la universidad compostelana.