Aitor Albizua: «Mi generación no está acostumbrada a que se nos den grandes oportunidades»

j. moreno MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

RTVE

El presentador salta de la televisión vasca a TVE para conducir «El comodín de La 1»

12 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde la ETB del País Vasco ha llegado el periodista Aitor Albizua (Arrigorriaga, Vizcaya, 30 años) para presentar El comodín de La 1, el recién estrenado concurso de las tardes del primer canal público que pone a prueba los conocimientos de los concursantes para llevarse un premio de hasta 30.000 euros. La mecánica es sencilla: cada uno de los dos concursantes de cada programa cuenta con siete posibilidades de premio y siete comodines. Deben responder a diez preguntas, sin excepción. Por cada respuesta correcta, suben una posición en la escala de premios. Si fallan, pierde tres comodines de golpe.

—¿Cómo se gestionó su fichaje para TVE?

—Estaba una tarde de finales de agosto despertándome de una siesta en la playa, en la Zurriola de Donosti, y me encontré un mensaje en el móvil en el que me decían que iban a ofrecerme un nuevo proyecto televisivo. Fui a hacer el casting a Madrid, con ninguna expectativa, y en unos días me llamaron para verme otra vez. A las tres horas, ya empezamos a hablar de las grabaciones. Fue una sorpresa.

—Con solo 30 años ya tiene una carrera profesional ascendente. No se suele ver esto en televisión siendo tan joven.

—Ni siquiera un poquito me imaginaba que acabaría en TVE con un concurso. Se lo repito a mis compañeros de universidad y de la Ser. Me quedé flipado, no entraba en mis quinielas. Soy de una generación, la de los jóvenes, que quizás no está acostumbrada a que se nos den grandes oportunidades y, cuando te dan una, pues te quedas flipando. El corazón se me disparó. No puedo estar más que agradecido porque han apostado por un presentador que no es conocido por el gran público.

—¿Ha tenido que dejar atrás el País Vasco por este nuevo proyecto?

—De momento no. Al ser un mes de grabación muy intenso, me estoy centrando en el trabajo. Aunque como hay muy buenas vibraciones en la productora y la cadena, si me tengo que mudar a Madrid será porque el concurso funciona. Yo ya estuve viviendo once años en Madrid, pero me marché a ETB para Lingo hace un año.

—Entra en el mundo de los concursos de televisión. ¿Sigue este tipo de programas?

—Ahora, con los concursos, me veo todos y cada uno de los que existen porque no esperaba entrar en un mundo así. Llego de las grabaciones y he empezado a ver Pasapalabra, El cazador y ¡Boom! Todos los que hay ahora, y antiguos también, los he empezado a revisionar. Creo que al llegar al equipo de El comodín era la persona que menos sabía de televisión. Es guay encontrarte en un sitio donde lo único que tienes que hacer es aprender y sentirte muy arropado.

—¿Qué es lo que más le llamó la atención al conocer «El comodín de La 1»?

—Para mí era un reto, porque como presentador me deja desarrollar mi personalidad. No solo voy a hacer cuestiones. Respecto a las preguntas, al haber comodines, no son para gente erudita del saber, sino que son para todos los públicos. Los participantes de El comodín son muy diferentes y diversos.

—¿Participaría en su propio concurso?

—Participaría para pasármelo bien, pero lo de capacitado para hacerlo, no estoy del todo seguro (risas). Una de las cosas que me está sorprendiendo, en todo este período de grabación que llevamos, es todo lo que estoy aprendiendo. Les digo a los concursantes que no se preocupen si fallan, porque yo tampoco me sé la respuesta y tampoco les puedo ayudar.

—¿Ha visto el formato original de otros países?

—En el momento en el que me convocaron para la prueba y me explicaron el formato que era, pues me puse a buscar el programa en su versión portuguesa y francesa. Me tenía que hacer a la idea de qué iba la movida. Llegué ya cuando ese proceso estaba hecho, pero esos elementos de concurso, con la naturalidad que tenemos en España, había que adaptarlos. Comparándolo con el resto de versiones, creo que estamos muy orgullosos por cómo ha quedado. Deja al formato Joker en muy buen nivel.

—¿Cómo va a llevar la comparación de las audiencias?

—Empecé a notar esa presión en ETB. Tengo una filosofía en este mundo en el que las audiencias deciden y es intentar no estar tan condicionado por el dato de share. Nosotros vamos a tener que hacer el programa igualmente y no te puedes poner al frente de un formato pensando que va a ir mal de audiencia porque eso se transmite. El equipo está centrado en dar todo lo mejor.

—Empezó en actualidad y ahora controla el entretenimiento. ¿Echa de menos la información pura y dura?

—Al principio notaba el gusanillo de estar presente y ser narrador de los momentos de la actualidad. En los últimos años, en la Cadena Ser, que estaba de madrugada, empecé a descubrir el entretenimiento. Si algo he descubierto es que el entretenimiento es importante e igual de necesario que la información. Eso sí, sigo abierto a lo que venga a partir de ahora.