En la asociación de música gallega Ximiela, en Muros, llevan veinte años confeccionando trajes tradicionales de manera artesanal y muy cuidada; otros grupos recurren también a sus creaciones.
21 jun 2023 . Actualizado a las 14:06 h.Parte del magnífico espectáculo que es ver actuar a los grupos de música tradicional que ponen el toque cultural a las fiestas y celebraciones de toda Galicia es el movimiento galante de la ropa cuando los bailadores lucen sus pasos, o la manera en la que los mantones y chaquetillas adornan el torso de las pandeireteiras. Para que una asociación disponga de un buen armario debe tener a un par de profesionales de confianza para que confeccionen las piezas a medida y acorde al presupuesto y necesidades de la agrupación.
Los de Ximiela, en Muros, hicieron aún mejor las cosas, pues la presidenta, Manela Pais, es la misma que capitanea el grupo de ocho mujeres que hacen el vestuario. La costurera cuenta que todo comenzó cuando sus hijos empezaron en el colegio de Louro, cuya AMPA había organizado un grupo para que los niños aprendiesen a bailar y cantar.
Ya que cada vez eran más pequeños y mayores los que querían unirse a la iniciativa, se decidió que era mejor desvincularse del centro, dando lugar a Ximiela, donde Manela, Divi, Tina, Manola, Mari Carmen, Berta, Mari y Sinda llevan 20 años vistiendo de arriba abajo a sus miembros. Su talento es tan sonado en la zona que otras asociaciones recurren a ellas para que les hagan la ropa: «Uns pedírannos 20 saias e 20 mantelos bordados», manifiesta Pais. Aunque ella y Divi están especializadas en patronaje, muchas veces lo que hacen los artistas es llevarles una prenda modelo y pedirles que la reproduzcan. Cuenta que todas ellas se formaron durante su juventud como modistas: «Somos dunha xeración na que todas as rapazas ían a clases de costura».
Valorar lo propio
La profesional destaca que elaborar un vestido tradicional completo para un adulto, ya sea de hombre o mujer, puede significar una cuantiosa inversión no solo por la mano de obra, si no por los materiales y telas necesarias: «Un traxe pode custar 1.000 euros ou incluso máis e o malo é que a xente non o valora o suficiente, hai nenos e non tan nenos que sentan no chan con el ou comen algo e se se mancha non se poden lavar as prendas de fóra».
Esta manera de menospreciar lo propio no solo se manifiesta en no cuidar las vestimenta como se debe, pues la mujer piensa que fuera de Galicia no se le da la visibilidad suficiente. Tanto a nivel nacional como internacional se considera que un vestido de andaluza es una obra de arte, pero muchas veces se dejan atrás preciosos trajes tradicionales como el gallego. «Estamos falando dun artigo de luxo, para conservarse moito tempo ten que estar nunha habitación ben estendido e ter coidado coa humidade», aclara Pais.
Otra manera en la que se manifiesta esta pérdida del cariño por la ropa típica gallega es en la falta de tiendas especializadas en las que conseguir telas o abalorios de buen material y a un precio razonable: «Tes un par de establecementos de confianza e tes que acudir a eles si ou si, porque cada vez hai menos».
Artículo de lujo
Una simple enagua, prenda interior del traje, puede valer entre 150 y 180 euros.
Conservación
Es importante evitar las manchas, pues la parte externa no puede lavarse.