Una gallega en la mesa de los Nobel: «É como un soño feito realidade»

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

SOCIEDAD

Alicia Bruzos participó en la reunión de Lindau con 40 galardonados con el mayor galardón de la ciencia mundial

08 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay oportunidades que solo se presentan una vez en la vida. Y la bióloga gallega Alicia L. Bruzos no la dejó escapar. Fue una de los jóvenes científicos seleccionadas para participar en la reunión que cada año se celebra en la localidad alemana de Lindau y que desde hace siete décadas reúne a unos 40 premios Nobel con un selecto grupo de jóvenes investigadores pre y posdoctorales, menores de 35 años, seleccionados para el encuentro. Es una ocasión única para compartir conocimientos y experiencias con las principales figuras mundiales de la ciencia y, sobre todo, de buscar inspiración en una carrera llena de obstáculos.

Porque el programa no solo ofrece charlas y conferencias impartidas por los Nobel sobre una amplia variedad de temas científicos, sino que también se potencia el debate y el encuentro con los participantes en comidas, paseos y actividades lúdicas como un viaje en crucero a una isla próxima.

«Facíame moita ilusión asistir ao encontro, pero só se pode se te seleccionan e patrocinan. Por iso púxenme en contacto co Premio Nobel Paul Nurse para pedirlle que me recomendara á Royal Society e así ter máis posibilidades», explica Bruzos, formada en la Universidade de Santiago y que empezó a investigar en genómica del cáncer en humanos en el 2016 para luego realizar la tesis doctoral sobre tumores contagiosos de animales marinos en el laboratorio de José Tubío en el Cimus de la Universidade de Santiago. Ahora trabaja en medicina de precisión en uno de los mejores institutos de investigación biomédica de Europa, el Francis Crick Institute de la University College of London. Y fue en el Reino Unido donde pudo optar a una de las doce plazas que patrocina la Royal Society para asistir al encuentro de Lindau.

La reunión, que se celebra desde 1951, concluyó en esta edición el pasado 30 de junio. Pero Alicia aún recuerda una experiencia que le ha cambiado la vida como investigadora. «É unha grande oportunidade para facer contactos e aprender un pouco sobre Bavaria, foi a mellor conferencia á que asistín e espero que máis galegas e galegos poidan asistir en vindeiras edicións», explica. De hecho, en las pasadas ediciones fueron varios los jóvenes científicos de Galicia los que acudieron al encuentro.

Lo que más valora Alicia L. Bruzos es el acceso directo con los premios Nobel y la posibilidad de compartir experiencias con ellos. En su caso la impactó de forma especial la estadounidense Frances H. Arnold, que ganó el premio de Química en el 2018 por usar los principios de la evolución para desarrollar proteínas y anticuerpos para curar enfermedades y desarrollar sustancias químicas, como biocombustibles o fármacos.

«Cando coñeces en persoa a alguén a quen admiras —confiesa la investigadora gallega—, é como un soño feito realidade. Nunca esquecerei o consello que me deu Frances H. Arnold sobre non dubidar dun mesmo cando persigamos unha idea: ‘non temos que ser perfectos, só hai que ser suficientemente bos'».

Durante la semana que pasó con los galardonados la joven investigadora pudo fomentar su pasión por la biología y la medicina, aunque en el encuentro también se abrió a otros campos, desde la neurobiología hasta el campo climático. También fue una buena oportunidad para establecer contacto con otros científicos que, como ella, intentan abrirse camino. «Non só —dice— interactuamos cos premios Nobel, e tamén o feito de coñecer a investigadores da miña idade que acaban de montar o seu propio laboratorio e escoitar os seus consellos foi inspirador e ampliará significativamente os horizontes do meu traballo futuro».

Polémica sexista

Pero en el encuentro tampoco faltó la polémica. Fue la protagonizada por el nobel Kurt Wütrich, reconocido con el premio de Química en el 2002, que en una de las sesiones se quejó de la supuesta discriminación que sufren los hombres en ciencia. «Como científico masculino, tengo un sentimiento de discriminación cuando estoy aquí, en el clima en el que se lleva a cabo esta reunión», dijo. Bruzos no tardó en reaccionar: «É triste que algúns premios Nobel pensen que xa non hai sexismo na ciencia e que vexan como un perigo as medidas que intentan evitalo»