¿Por qué varios países pugnan por conquistar el Polo Sur de la Luna?

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Luna creciente vista desde Muxía
Luna creciente vista desde Muxía Ana García

Estados Unidos o Rusia, pero también China e India protagonizan una suerte de nueva carrera espacial

30 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El conocido como Tratado del Espacio, que tiene un nombre bastante más largo y complejo, impide que ningún país pueda arrogarse la propiedad de la Luna o de cualquier asteroide. También dice que el posible uso o disfrute de los cuerpos celestes le corresponde a la humanidad en su conjunto. Lo que no dice el documento, firmado por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética es nada, por ejemplo, sobre la minería espacial. En octubre de 1967 estaban más preocupados por la posibilidad de que alguno de los bloques pusiese un órbita un arma nuclear. Pero hoy la situación es otra, y aunque no se puede hablar de una carrera espacial como la de la Guerra Fría, la competición desatada por alcanzar el Polo Sur de la Luna pone sobre la mesa un buen número de retos y conflictos de intereses en los que, además, han entrado en juego actores privados como Space X o Blue Origin y otros estados más allá de los habituales como son China e India.

¿Por qué y cómo se quiere volver a la Luna?

Desde que el 14 de diciembre de 1972 el comandante Eugene Cernan subió a bordo del Apolo 17 para regresar a la Tierra ningún humano ha vuelto a pisar la Luna. Incluso otras misiones científicas no tripuladas se redujeron en distintos momentos por recortes económicos y otras circunstancias. Básicamente no se volvió a la Luna porque ya se había ido, la amenaza soviética fue decayendo y había otros objetivos, como la exploración del espacio profundo. Ahora son varios los estados que tratan de regresar a su manera y también por distintos motivos, que van desde la demostración de supremacía (caso de Estados Unidos), intereses futuros en materias primas o incluso reafirmación nacional, como se ha visto con la exitosa misión de la India que ha llevado un nave al Polo Sur lunar por primera vez. Eso sí, también hay maneras y maneras de ir: de los 93.000 millones de euros en 13 años del programa Artemis de la NASA a los apenas 75 (menos que la película Interestelar como ellos mismos destacan) que han gastado los indios en la Chandrayaan-3.

¿Por qué al Polo Sur?

Básicamente por el agua. Hay bastantes indicios de que en los cráteres del Polo Sur de la Luna, donde los rayos de sol no llegan al fondo de las oquedades, se acumulan grandes cantidades de agua congelada. Ese hielo tiene un especial interés y no solo para que los futuros astronautas tengan qué beber o con qué regar las hipotéticas verduras que cultiven para asentarse allí de forma más o menos permanente. La utilidad fundamental tiene que ver con naves. Si hay hielo hay agua y, por tanto, se pueden obtener oxígeno e hidrógeno, que casualmente son el combustible que utilizan los cohetes. Se podría, por tanto, establecer en la Luna una suerte de gasolinera espacial para reabastecer las naves de cara a su regreso a la Tierra o incluso utilizar el satélite como una especie de lanzadera en misiones a puntos más lejanos del universo, particularmente el planeta Marte.

¿Por qué la Luna es un buen aeropuerto espacial?

La Tierra es ochenta veces más grande que la Luna. Un objeto en caída libre sobre la superficie de nuestro planeta recorre 9,8 metros por segundo, mientras que en el satélite tan solo cubre 1,62 metros. O lo que es lo mismo, las cosas pesan seis veces menos en la Luna, que además también carece de atmósfera, que en la Tierra. Por tanto, y aunque hay muchas más cosas que considerar porque los viajes espaciales son operaciones tremendamente complejas, parece fácil deducir que es mucho más sencillo que una nave despegue desde la Luna que desde la Tierra y con menos gasto energético.

¿Es factible la minería en la Luna?

Esa pregunta todavía espera respuesta, sobre todo si se piensa en una minería extractiva con el objetivo de enviar materiales a la Tierra, algo que se antoja complicado, sobre todo en grandes cantidades. Pero cualquier intento de colonización estable de la Luna exige materiales y en el satélite terrestre se pueden encontrar numerosos metales, minerales o gases, empezando por el propio regolito, la capa de materiales no consolidados que cubren la roca sólida y a los que se le presumen múltiples aplicaciones.

¿Qué es el helio-3 (He3) y para que podría servir?

El campo magnético de la Tierra nos protege del viento solar que es el principal origen del helio-3, un isótopo de helio que es extremadamente raro en nuestro planeta pero del que se estima que hay un millón de toneladas en la Luna. Aunque su uso más popular sea el de hinchar globos, puede servir de combustible en las futuras centrales de fusión nuclear.