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El galeón de Ribadeo, una ventana al siglo XVI que desvela sus secretos

José Francisco Alonso Quelle
j. alonso LA VOZ / RIBADEO

SOCIEDAD

Maritime Archaeology Trust

El CSIC recrea cómo se vivía a bordo tras analizar 78 huesos de animales y cerámica

01 oct 2023 . Actualizado a las 17:27 h.

A finales del año 2011, durante el dragado del canal del puerto comercial de Ribadeo que supervisaba el arqueólogo Miguel San Claudio, afloraron los restos de un pecio cuya relevancia no ha dejado de crecer desde entonces. Al año siguiente se realizaba la primera intervención arqueológica, financiada por Portos. Siguieron otras, en el 2015, y a partir del 2018 de forma anual hasta la actualidad, sufragadas por la Xunta, el CSIC y la Universidad de Texas. Así se pudo contrastar el gran valor del pecio, el galeón Santiago, la nave almiranta del escuadrón ragusano que Felipe II envió en 1597 en un nuevo intento de invadir Inglaterra.

El buque es una ventana al pasado, que con cada investigación desvela nuevos secretos. La última llega del CSIC, que ha analizado 78 huesos de animales y cerámicas, para saber más de cómo era la vida de la tripulación, sus fuentes de proteínas y la importancia del ganado y la cerámica para almacenar agua y conservar alimentos en la navegación del siglo XVI.

Un equipo científico internacional liderado por el CSIC (por Ana Crespo y Marta Moreno, del Instituto de Historia, y Sagrario Martínez, del Instituto de Estructura de la Materia) ha logrado reconstruir la historia del Santiago, aproximándose como nunca a la actividad a bordo. Los resultados del trabajo se han publicado en la revista Heritage, y aportan, en palabras de Ana Crespo, «nuevas perspectivas sobre los contextos históricos y materiales de los siglos pasados».

El estudio revela que los huesos de animales corresponden a vacas (el mayor número, lo que hace pensar que el vacuno sería la fuente primaria de proteínas), corderos, cerdos, un ganso e incluso merluza. Haber hallado partes con menor valor cárnico, como cráneos y extremidades, sugiere la posibilidad de que se transportara ganado vivo para su posterior procesamiento a bordo. Y el troceado hace pensar que los métodos de elaboración más habituales eran la ebullición o el guiso. Otras conclusiones son la presencia a bordo de aves de corral vivas, que llevaban pescado seco y que había porciones de carne tierna, lo que diferenciaría la alimentación de tripulantes de mayor rango del resto.

El análisis de la cerámica ha permitido reconstruir el recorrido del galeón, que partió de Nápoles y pasó por Cádiz y Lisboa antes de hundirse en Galicia. Hay jarras para almacenar aceite, pero también vajilla.