María Pousa, dermatóloga: «Si antes de la regla notas un bulto rojo que duele en axilas, ingles o glúteos, ve al médico»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

La hidradenitis supurativa es una enfermedad que afecta fundamentalmente a mujeres fumadoras en edad fértil

20 dic 2023 . Actualizado a las 18:49 h.

Los estudios estiman que entre el 1 y el 4 % de la población sufre hidradenitis supurativa, una enfermedad crónica que puede cursar de manera leve o agravarse. De hecho, un tercio de los afectados acaban evolucionando hacia una enfermedad grave. Y a pesar de ello, los dermatólogos alertan de que está infradiagnosticada. En algunos casos porque el paciente acude a Atención Primaria o a Urgencias y el tratamiento antibiótico le funciona, pero aún así muchas veces no tienen el diagnóstico concreto y no llegan a la consulta del especialista; y otras porque ni siquiera acuden al médico. Y eso ocurre a pesar de que en sus formas más severas acaba siendo una enfermedad dolorosa que puede llegar a ser incapacitante y que está rodeada de un gran estigma social, explica María Pousa, encargada de la consulta especializada en la enfermedad (junto al doctor Fernando Cabo) en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras.

La hidradenitis supurativa se produce cuando se ocluye la salida del pelo —por lo que afecta fundamentalmente a axilas e ingles, aunque también puede darse en glúteos y mamas—, que se dilata y rompe, provocando una lesión inflamatoria en forma de nódulo o absceso. En el 75 % de los casos se trata de lesiones aisladas que se resuelven con tratamiento (una crema antibiótica o un antibiótico oral); pero también hay pacientes graves que acaban teniendo cicatrices que se sobreinfectan, por lo que supuran pus y dan olor. Y ahí radica la estigmatización asociada a la enfermedad. Porque al gasto que supone tener que llevar gasas o compresas para retener el líquido que supura está el fuerte olor que emanan las heridas, lo que provoca un gran impacto para las relaciones sexuales de los pacientes al estar estas en la zona íntima.

El origen de la enfermedad es multifactorial, explica Pousa. Destaca su marcado carácter hereditario, ya que el 40 % de los pacientes tienen antecedentes familiares, aunque también influyen factores externos como puede ser el uso de ropa ajustada, el consumo de algunos fármacos y, sobre todo, el tabaco. En algunos estudios se asocia a la obesidad, pero la dermatóloga asegura que también hay pacientes delgadas. Y habla en femenino porque es una enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres. Debuta con la llegada de la regla y mejora cuando esta desaparece. También en el caso de los hombres el paso de los años ayuda a atenuar los brotes.

Al tratarse de una enfermedad que afecta al folículo piloso, desde el servicio de Dermatología recomiendan la depilación láser. «Al eliminarlo, quitamos la fuente de inflamación», señala la dermatóloga. Es solo un consejo, porque no está sufragada por el Sergas. El tratamiento mas común es a través de pastillas o inyecciones, con el objetivo de reducir la inflamación. En los casos más graves, hasta ahora se recurría únicamente a la cirugía. Pero son operaciones con un posoperatorio complicado que además deja cicatrices, explica Pousa. En Ourense han empezado a utilizar una técnica nueva —que ya se empleaba en otras patologías— que consiste en la utilización de fenol diluido al 88 % en agua destilada. «Es un cambio radical porque las fístulas se cierran sin cirugía», destaca Pousa.

La aplicación novedosa de la técnica fue premiada en el primer congreso sobre hidrodenitis supurativa, celebrado en Madrid el mes pasado. Pousa recogió el reconocimiento al mejor póster por un trabajo firmado junto a José Álvarez, Laura Dorribo, Fernando Cabo, Cristina Vázquez, Ignacio Suárez y Pilar Gómez.

Treinta y cinco pacientes

En lo que va de año, por la consulta de hidradenitis de Ourense han pasado un total de 35 pacientes. Van con mucha frecuencia, porque en el caso de los que sufren la enfermedad más grave tienen que acudir una o dos veces por semana para hacerse curas tópicas. Pousa destaca el trabajo del equipo de enfermería. Cuando consiguen curarse de los brotes graves, se distancian las consultas en el tiempo.

La dermatóloga hace un llamamiento a los posibles afectados. A los que todavía están sin diagnosticar y a los que ya saben que sufren la patología. A los primeros, porque el objetivo es evitar que los brotes vayan a más. Por eso da unas claves sobre cuándo hay que consultar: «Si antes de la regla notas una bulto rojo en una zona de pelo como son ingles o axilas o glúteos, y además duele, vete al médico», recomienda. Y a los pacientes crónicos que no van a Dermatología les aconseja hacerlo, porque están saliendo nuevos fármacos y cirugías que ayudan a que la enfermedad «impacte menos en su calidad de vida».