Un hombre se vacunó 217 veces contra el covid... y su sistema inmune sigue sano

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

SOCIEDAD

Sandra Alonso

El extraño caso de un alemán de 62 años, un caso único en el mundo, sorprendió a los científicos, que lo investigaron para conocer los efectos de la hiperinmunización. Y lo más llamativo es que sus defensas funcionan perfectamente

08 mar 2024 . Actualizado a las 16:43 h.

El hombre recibió su primera vacuna contra el covid el 19 de junio del 2021. Y, desde entonces, le han administrado otras 216 más. Es un caso único en el mundo de hiperinmunización. Pero lo más sorprendente no es la sobredosis de anticuerpos recibidos, que lo es, sino que, pese a ello, su sistema inmunológico está perfectamente sano. Este hecho inédito ha sido recogido en la revista científica The Lancet Infectious Diseases.

La extraña adicción de este alemán de 62 años -convertido en un experimento viviente- a vacunarse contra el coronavirus SARS-Cov-2 llamó la atención de un equipo de investigadores de la Universidad de Erlangen después de que el caso saltase a los medios de comunicación. Incluso había sido detenido en marzo del 2022 cuando se presentó en un centro de vacunación de la ciudad de Eilenburg para recibir una nueva dosis después de que unos días antes levantara las sospechas de personal de la Cruz Roja de Dresde, donde también acudía con asiduidad para recibir su dosis de anticuerpos. Como si estuviera enganchado.

Fue detenido porque se sospechaba que vendía las tarjetas de vacunación a terceros, ya que en esa época en Alemania, al igual que en otros países europeos, se exigía una prueba de inmunización para poder viajar o acceder a edificios públicos. Entonces, el fiscal de Magdeburgo abrió una investigación contra el hombre, cuya identidad permanece secreta, por expedición no autorizada de cartillas de vacunación y falsificación de documentos. Pero no se llegaron a presentar cargos personales contra él porque se determinó que todas las inyecciones recibidas, en ese momento 213, eran para él. El fiscal certificó que 134 dosis fueron administradas por centros de vacunación, mientras que las 83 restantes fueron autoinformadas. El hombre las había conseguido y se las había inyectado por su cuenta.

«Nos enteramos de su caso a través de artículos periodísticos Luego nos pusimos en contacto con él y le invitamos a someterse a varias pruebas. Y estaba muy interesado en hacerlo», explica Kilian Schober, del Instituto de Microbiología de la Universidad de Erlanger, que forma parte del equipo que estudió su caso.

Ante un hecho tan extraordinario los investigadores querían saber qué consecuencias tendría para el organismo una hiperinmunización tan brutal como esta y comprobar de qué forma alteraba la respuesta inmune. Lo previsible, o al menos lo que se esperaba, es que la sobreexposición reiterada y durante mucho tiempo a un antígeno específico provocase una pérdida de efecto de la vacuna. Que las células T del sistema inmune se acostumbrasen al antígeno y que ya no lo reconocieran como un enemigo.

Pero no fue así. Su sistema inmune no solo no se había debilitado, sino que se había reforzado. Estaba sano. «No encontramos ningún indicio de una respuesta inmune más débil, sino todo lo contrario», explica Khatarina Kocher, otra de las investigadores que participó en un estudio en el que al hombre le tomaron varias muestras de sangre para determinar exactamente cómo había reaccionado el sistema inmunológico al aluvión de vacunas.

Durante la investigación, y a petición del hombre, se le administró una vacuna más. Fue la 217. E incluso así la cantidad de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 aumentó significativamente. También resulta extraño que el hombre en ningún momento de los últimos años mostrara ningún efecto adverso a las reiteradas inmunizaciones.

Su sistema inmunológico está perfectamente sano. Y sus células de defensa y anticuerpos contra el covid eran incluso significativamente más frecuentes que en personas que habían recibido solo tres vacunas.

Sin embargo, los investigadores aseguran que se trata de un caso único y excepcional, por lo que en ningún caso recomiendan someterse a una hiperinmunización ni tan siquiera parecida. «Las investigaciones actuales indican que una vacunación de tres dosis, junto con vacunas complementarias periódicas para los grupos vulnerables -las personas de más de 60 años- sigue siendo el enfoque preferido. No hay indicios de que se necesiten más vacunas», explican en el artículo recogido en The Lancet Infectious Diseases.

Lo que todavía nadie ha explicado es porque el hombre quiso vacunarse tantas veces. El motivo sigue siendo un misterio.