El cariñoso gesto de Felipe VI saludando personalmente a una madre: «Hola, Rocío»

LA VOZ REDACCIÓN

SOCIEDAD

El monarca saludando amablemente tras la petición de un ciudadano
El monarca saludando amablemente tras la petición de un ciudadano

El rey, mientras atendía en un acto en Cádiz a varios vecinos, aceptó la petición de uno de ellos, que quería que enviase un mensaje personalizado directamente en la cámara de su móvil

21 mar 2024 . Actualizado a las 16:39 h.

La Casa Real está habituada a los baños de masas en los actos a los que acude por toda la geografía española. Ayer, la cita en la que hacía parada institucional era en Cádiz, para el acto de proclamación del Premio Princesa de Girona Social 2024. Unos galardones enmarcados en un tour de talento por cinco ciudades españolas que premian proyectos emprendedores y sociales impulsados por la Generación Z (jóvenes que ahora rondan los 30 años). El premiado en esta decimoquinta edición fue el arquitecto alicantino Daniel Millor, por su trabajo en proyectos de regeneración comunitaria de barrios que sufren las consecuencias de problemas sociales, económicos y residenciales. 

Sin embargo esta noticia ha quedado eclipsada en parte por lo que sucedía antes de la entrega, que protagonizaba el rey Felipe VI en el Palacio de Congresos de la ciudad gaditana. Mientras el monarca saludaba a la muchedumbre, un joven que grababa la acogida con un teléfono móvil, le pide insistemente una cosa: «¡Majestad, por favor, saluda a mi madre, se llama Rocío!». Aunque en un principio parecía que el aludido no iba a atender la petición, finalmente cumple con los deseos de este vecino.

@_cristoopheer_

Vaya random🥱🥱🥱#rey #reyfelipedeespaña #saludo #parati #viral #fyp #cadiz #congreso #tourdeltalento #princesadegirona

♬ sonido original - _cristoopheer_

«Voy, voy», parece decir mientras acaba de hacerse una foto con otra persona. Después, con ese porte que le caracteriza e intentando mantener el protocolo se dirige con firmeza a la cámara y suelta un escueto «hola, Rocío». Tras ese momento rompe ya a reír con naturalidad al mismo tiempo que otra mujer le dice «salude a mi abuelo». No dará tiempo ya, porque desaparece entre la multitud para cumplir con el resto de los quehaceres monárquicos programados esa jornada.