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Un biólogo estradense logra la fórmula para inmortalizar los mejores castaños

Rocío García Martínez
Rocío García A ESTRADA / LA VOZ

FORESTAL

cedida

Ricardo Castro consigue enraizar el 50% de los brotes de ejemplares adultos

29 ene 2024 . Actualizado a las 09:31 h.

En Galicia se están plantando cada vez más castaños, pero las cosechas está siendo mediocres. La última fue catastrófica. El intenso calor del otoño multiplicó hongos e insectos y dejó a los productores sin apenas materia prima para los magostos.

La escasa profesionalización del sector —a los castaños se les aplican menos tratamientos que a vides u otros frutales— tiene buena parte de la culpa cuando la meteorología juega en contra. Pero también influye de forma decisiva la genética. Y es aquí donde el biólogo Ricardo Castro Camba (A Estrada, 1994) ha realizado una aportación decisiva para clonar los mejores ejemplares, es decir, los que llevan décadas en el campo demostrando su buena genética. Los que dan las mejores castañas, la mejor madera o los que resisten mejor a las plagas.

«Neste momento estase dando un auxe na plantación de castiñeiros. A xente quere plantar, pero é importante que se planten variedades produtivas e resistentes ás enfermidades», explica Ricardo Castro. Hacerlo es posible. Solo hay que seleccionar los mejores ejemplares y clonarlos. Pero esta sencilla operación presenta un problema en el caso del castaño. «Se o clonas con dous anos, bota raíces sen problema, pero aí aínda non sabes se vai ser un bo exemplar, se vai dar boas castañas ou resistir ben ás pragas. E se o clonas cando é unha árbore adulta, no caso dos castiñeiros, ata agora era difícil conseguir que enraizaran», cuenta el investigador. El estradense, que estudió Bioloxía en la USC y cursó un máster en Genética y Evolución en la Universidad de Granada, trabajó con un contrato de la Xunta en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (CSIC) y acaba de doctorarse con una tesis cum laude sobre el enraizamiento de los clones de castaños adultos.

Cinco años de investigaciones le han servido para identificar la hormona que tiene la culpa de que los brotes de ejemplares adultos enraícen mucho peor que los de los jóvenes y para lograr bloquearla con otra hormona. La revelación abre las puertas a la mejora de la especie.

Al secuenciar el ARN se abren las puertas a crear un transgénico que enraíce mejor

La clonación del castaño tenía un grave problema: en el laboratorio solo se conseguía que enraizasen entre un 5 y un 10% de los brotes procedentes de ejemplares adultos. Ricardo Castro descubrió que la culpa era de una hormona (mucho más presente en los castaños adultos que en los jóvenes) que bloqueaba la hormona aplicada en el laboratorio para conseguir el enraizamiento de los brotes. Ya solo quedaba bloquear esa hormona muy presente en los castaños adultos para facilitar el enraizamiento, como sucede de forma natural en los jóvenes. Con ello se consiguió un porcentaje de enraizamiento de entre el 50 y el 60% en brotes procedentes de castaños adultos. A partir de este hallazgo podrán obtenerse en el laboratorio, a partir de castaños seleccionados, cientos y miles de plantas genéticamente iguales para repoblar los montes o realizar plantaciones con castaños con garantía de adaptación al medio.

«O que fixemos foi secuenciar o ARN e ver que xenes estaban bloqueando a hormona para o enraizamento. A partir de aquí podería crearse un transxénico que enraíce mellor», explica el investigador. Su ilusión es poder seguir investigando en este campo con alguna beca posdoctoral. «Interésame unha da Xunta con dous anos en Europa e un de retorno aquí. Eu prefiro cobrar menos e vivir aquí», explica.

El investigador intentó clonar la Sobreira de Balboa, pero el material ya estaba muerto

Aunque se ha especializado en castaños, el investigador estradense podría clonar otras especies. Cuando se enteró de que el temporal había arrancado de cuajo la célebre Sobreira de Balboa en 2019, acudió a coger una muestra. El ejemplar, que estaba incluido en el catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia superaba los 500 años y estaba considerado el más antiguo de Galicia en su especie. Ricardo Castro pidió permiso para clonarlo en el laboratorio, pero llegó tarde. El material ya estaba muerto. La espectacular genética de la Sobreira de Balboa se perdió para siempre. Ni su recuerdo queda, porque la actuación simbólica que iba a hacerse con su madera nunca llegó a verse. Otros ejemplares, como el Carballo das Mentiras de Vedra, sí que se han clonado por encargo para perpetuar su prodigiosa genética.