Patrocinado porPatrocinado por

Las parcelarias acabadas en Lugo en el 2019 suman 4.400 hectáreas

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

PALACIOS

La Xunta terminó procesos en Abadín, Castro de Rei, Baleira, Riotorto y O Valadouro

17 feb 2020 . Actualizado a las 21:29 h.

A algo más de 4.440 hectáreas (exactamente, 4.450) asciende la superficie de concentraciones parcelarias terminadas en la provincia de Lugo en el 2019. La Xunta acabó seis procesos de reparcelación, repartidos en cinco municipios: en Abadín se llevó a cabo una (Fanoi); en Castro de Rei, dos (Ramil y Mos); en Baleira, una (Pousada); en Riotorto, una (A Órrea-Galegos), y en O Valadouro, una (Frexulfe).

Las concentraciones concluidas en los ayuntamientos de Riotorto y de Baleira son las que abarcan una mayor extensión. La más amplia es la de A Órrea-Galegos, con 1.270 hectáreas, mientras que la de Pousada incluye una superficie prácticamente similar (1.210).

En un nivel inferior en cuanto a extensión están las dos de Castro de Rei, que a su vez son desiguales entre sí: la de Ramil abarca 767 hectáreas, y la de Mos, 435. Una extensión cercana a la de la primera de ellas es la concentrada en la parroquia de Fanoi (656), mientras que la de Frexulfe se encuentra a mucha distancia y es la más reducida de todas (118 hectáreas).

 

Los propietarios cuyos terrenos estuvieron afectados por estos procesos fueron 1.671 en total. El mayor número de dueños de parcelas se registró en Riotorto -A Órrea y Galegos son dos parroquias distintas-, con 496, muy por delante del resto, en el que se aprecia la falta de relación entre la superficie contratada y el número de propietarios: hubo 271 en Fanoi, 270 en Mos, 266 en Ramil, 191 en Frexulfe y 177 en Pousada.

La inversión fue de diez millones de euros. Según los casos, las cartografías y las titularidades pueden consultarse o en proceso de integración. La Xunta está trabajando en otras ocho concentraciones parcelarias, con previsión de acabar alguna durante este año.

«Había quen dicía que se empeoraría coa concentración. Agora están todos contentos»

Juan Carlos Otero, de 48 anos, é gandeiro. A sús explotación está en Ramil (Castro de Rei), unha das parroquias nas que no 2019 chegou ao remate a concentración parcelaria. «Sempre me gustou, sempre estiven por aquí», di sobre o seu labor na explotación, na que continúa o traballo de sus seus pais.

 -Como axuda realmente o feito de ter concentración parcelaria?

-Tes fincas máis grandes, máis pistas.

-Nótase no traballo?

-Si. Antes era cincuenta fincas; agora son dez. O cambio foi para ben.

-Pensaba hai anos que na parroquia chegaría a haber concentración parcelaria?

-Si. Todos estabamos bastante de acordo; todo o mundo quería a concentración. Había quen dicía que se ía empeorar: cousas da xente... Agora está todo o mundo contento.

-Diríalle que é necesaria a un gandeiro que non a ten?

-Si. Sen concentración as fincas son pequenas, e coas máquinas que hai non se ten rendemento. Ten que haber fincas grandes.

-Aínda chegan a tempo para o campo?

-Si. Nalgún sitio, case se poderían facer outra vez; pero paga a pena facelas.