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Los primeros usuarios del matadero móvil: «Podemos aforrar 6.500 euros anuais»

Carlos Cortés
Carlos Cortés CHANTADA / LA VOZ

GANADERÍA

CARLOS CORTÉS

Este nuevo servicio para ganaderos lleva semanas rodándose

14 feb 2024 . Actualizado a las 13:17 h.

Los cerdos de la granja Landra se alimentan libres entre robles en la parroquia de Sabadelle, a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Chantada. Para sacrificarlos, sus propietarios recurrían hasta ahora a mataderos que les obligaban a hacer unos kilómetros que al final del año acababan cargando el balance económico de la empresa. Ya no. Ayer recurrieron por primera vez al matadero móvil, un servicio que la Consellería de Medio Rural puso en marcha el pasado mes de enero para ahorrar estos costes a los pequeños ganaderos de cerdos, ovejas y cabras. «Co matadoiro móbil posiblemente aforraremos uns 6.500 euros ao final do ano», explica Julio Taboada Vázquez, uno de los propietarios de esta granja.

Este nuevo matadero itinerante tiene su base en el polígono industrial de Chantada, así que ayer no tuvo que moverse mucho para hacer su trabajo. A las nueve y media de la mañana, el tráiler con la sala de sacrificios y un vehículo de apoyo aparcaban junto a la iglesia de Sabadelle, donde los esperaba uno de los propietarios de la granja Landra con los siete cerdos que necesitaban sacrificar. El matadero no pudo llegar esta vez a la propia granja, porque estos cerdos viven en una zona de monte hasta la que un vehículo tan pesado como este no puede llegar. Tuvo que llevarlos hasta allí el propio ganadero, en un desplazamiento de alrededor de medio kilómetro.

El veterinario José Eduardo Veiga Aguiar, adscrito a este servicio, explica que cuando el matadero móvil llega a su destino su personal tiene que inspeccionar cada una de las reses a sacrificar. «Trátase de comprobar —indica— que non hai sufrimento animal, feridas ou algunha enfermidade infecto-contaxiosa». Después, comprueban la documentación sobre la trazabilidad.

Solo después, los animales son introducidos en el circuito que los mete en el camión. El sacrificio se lleva a cabo previo aturdimiento mediante descarga eléctrica. La cámara de entrada en la que se aplica la descarga dispone de dispositivos para comprobar que la res está efectivamente aturdida. Sin eso no pueden proceder a sacrificarlo. Después de eso llega el denominado faenado de la res, el procedimiento que termina con el cuerpo del animal sacrificado transformado en canal, ya sin las partes a descartar. El trabajo termina con el canal guardado en la cámara frigorífica del camión.

No cobran por kilo

El proceso que se lleva a cabo en esta unidad móvil es el mismo que en un matadero convencional. El objetivo es ahorrar a los ganaderos los costes de desplazamiento, que en las granjas peor comunicadas acaba sumando montantes significativos.

La granja Landra no está especialmente mal situada, pero aún así sus propietarios ya han decidido tratar de organizar sus ventas de forma que puedan recurrir siempre a este servicio itinerante. Les sale más económico por los kilómetros que se ahorran, pero también por el precio. Ellos pagaron ayer 50 euros por cada uno de los siete cerdos sacrificados, porque contrataron también el traslado de los siete canales a la sala de transformación en la que hacen el secado y la transformación de la carne en los embutidos que después venden directamente en Sabadelle. «Nos matadoiros convencionais cobran por quilo e a factura sae máis cara, sobre todo no caso dos exemplares máis grandes», cuenta Julio Taboada.

El matadero móvil empezó a hacer salidas el 19 de enero. «La demanda todavía no es muy alta, porque el servicio está todavía en fase de divulgación», cuenta José Gabriel Poyo, responsable de este proyecto en Tragsatec, la empresa pública a la que la Consellería de Medio Rural le ha encomendado la gestión de este servicio, que funciona con una plantilla formada por diez personas.

Hasta ahora, la mitad de los pedidos son de ganado porcino y la otra mitad de ovino y caprino. Los está sorprendiendo que no más del 15 % de los clientes contratan también el traslado al punto de venta o de tratamiento tras el sacrificio. Esperaban más, pero está por ver si esas cifras cambian a medida que el servicio vaya rodando.