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¿Cómo tengo que hacer para legalizar el gallinero?

GANADERÍA

ALBERTO LÓPEZ

La inscripción en el registro de la Xunta es obligatoria para, por ejemplo, comprar aves

22 mar 2024 . Actualizado a las 22:37 h.

Galicia tiene unos 50.000 gallineros de autoconsumo, según cálculos de la Consellería de Medio Rural. Este tipo de corrales son aquellos que no pasan de los 30 aves y no comercializan ni la carne ni los huevos de las aves. Sin embargo, esas instalaciones deben darse de alta en un registro, de acuerdo con lo recogido en una norma del Ministerio de Agricultura. Esa obligación y sus consecuencias son la causa que explica por qué en las últimas semanas se ha producido tal avalancha de peticiones de legalización. ¿Cómo se tramitan esas altas?. Se hace en las oficinas rurales (antiguas oficinas agrarias), aunque también pueden darse de alta por vía telemática. El interés de los dueños de gallineros por legalizarlos parece claro. Según Medio Rural, el pasado jueves se habían tramitado las solicitudes de 42.463 gallineros, con una desigual distribución por provincias (19.113 en A Coruña, 6.025 en Lugo, 9.479 en Ourense y 7.846 en Pontevedra.

Quien no tramite el alta no podrá adquirir pollos para reponer en su corral. Ese detalle adquiere especial importancia a finales del invierno, ya que este es un momento del año en el que suelen realizarse esas compras. Por otro lado, no cumplir con ese trámite coloca al dueño del gallinero ante la posibilidad de sufrir multas: la norma del Ministerio de Agricultura (el Real Decreto 637) no recoge sanciones, pero remite a la Ley de Bienestar Animal, en donde figura la posibilidad de castigos de al menos 600 euros. La administración autonómica actuará si hay denuncias.

El gran interés por dar de alta los gallineros, que se comprende con los datos aportados por Medio Rural, ha generado un inusual trabajo en muchas oficinas. En algunas han llegado a formarse colas, si bien no hay relación directa entre el afán por la inscripción y la presencia de vecinos en las oficinas. En no pocos casos se realizan los trámites por internet.

El proceso es sencillo y gratuito y no exige mucho tiempo. Cuando una persona acude a una oficina rural, los servicios veterinarios se encargan de tramitarle el alta y se le asigna un código individual que identifica su explotación (código REGA). Si tiene una explotación ganadera, ya cuenta con ese código, pero debe efectuar igualmente el trámite de inscripción. 

Menos ventas

La situación creada ha causado un descenso en la venta de pollos. Así lo admite Manuel Calvo, que en el municipio de Santa Comba tiene una tienda relacionada con el sector. La preocupación de los comercios es tal que han decidido unirse y crear la Asociación de Tiendas Agrarias de Galicia, de la que Calvo es portavoz. El colectivo, al que se han adherido ya más de 200 establecimientos, ha trasladado a la Xunta su preocupación por este asunto: quiere saber si se efectuarán inspecciones, pero también demanda claridad para despejar la incertidumbre actual.

Entre los dueños de gallineros que ahora se deben legalizar hay personas mayores que viven solas, cobran pensiones no muy altas y tienen poca o nula formación para realizar gestiones por internet. Esos tres factores han llevado a un buen número de ellos a expresar sus temores a los dueños de tiendas en las que compran habitualmente. La reacción de muchos de ellos ha sido ofrecerse a esos clientes a realizar ante la Xunta los trámites necesarios para el alta de cada corral.

La situación planteada ha motivado además puntos de vista dispares en la Consellería de Medio Rural y en el Ministerio de Agricultura. La Xunta, que presentó unas 40 alegaciones al citado real decreto, sostiene que las explotaciones de autoconsumo deberían quedar fuera del ámbito de aplicación de la norma y que los censos de gallineros, por la dispersión de la población en Galicia y por el cambiante número de aves que suele haber en un corral a lo largo del año, serían una medida poco eficaz. Para el gobierno autonómico, se trata de una decisión tomada de espaldas a la realidad de una comunidad como Galicia y cuya consecuencia más directa es el deber de más carga burocrática para la población.

El ministerio, por su parte, asegura que las explotaciones de autoconsumo solo deben estar inscritas en un registro, sin necesidad de una autorización administrativa específica, pero también considera necesario contar con un registro por si es necesario actuar, por ejemplo, ante un brote de gripe aviar. Por otro lado, recalca que el número de requisitos exigidos está regulado en función del tamaño de una explotación y que las de autoconsumo solo deben pasar un trámite, con lo que se cumple el principio de proporcionalidad.

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Colectivos vecinales, en contra

Las críticas a esa necesidad de inscripción se centran en el rechazo a una carga burocrática considerada excesiva. La plataforma Galicia Baleira, de la que forman parte las federaciones vecinales de las provincias de Lugo y de Ourense, denuncia que se trata de una norma pensada en un despacho, solicita que se fije un número mínimo de aves para establecer el deber del registro y pide que sea el personal de la Xunta quien se desplace a las casas para realizar el trámite.