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La Comisión dice que el impacto socioeconómico de las vedas «estuvo siempre en el centro»

jesús carballo BRUSELAS / E. LA VOZ

SOMOS MAR

PEPA LOSADA

Sinkevicius no hablará en el Parlamento al menos hasta el 17

30 sep 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

La perplejidad sigue siendo la nota dominante allí donde se analiza el acto de ejecución dictado por la Comisión Europea para vetar la pesca de fondo en 87 áreas del Atlántico nororiental a partir del próximo 9 de octubre. El Ejecutivo comunitario volvió a sacar pecho de su postura durante una nueva Comisión de Pesca celebrado ayer en la Eurocámara. La representante de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) en materia de sostenibilidad marítima aseveró que, para sacar adelante este dictamen, «el impacto socioeconómico estuvo en el centro de la cuestión por primera vez en toda la historia» y se contó «con las partes interesadas». La Comisión explica que, para analizar este aspecto, se tomó como base «la intensidad pesquera» para luego considerarla como «un elemento necesario para decidir el cierre de áreas con presencia de ecosistemas marinos vulnerables». Una decisión, reconocen, que ha generado «desacuerdo», pero, apostilla, que «lo único que ha hecho [el Ejecutivo comunitario] es aplicar una obligación jurídica existente».

Respuesta parlamentaria

Ese «desacuerdo» quedó patente ayer en la Comisión de Pesca, en la que varios eurodiputados pidieron que se incluyera como punto del orden del día. No tuvieron éxito, pero el acto de ejecución se convirtió en un asunto transversal en todos y cada uno de los asuntos tratados. Verbigracia el debut de la eurodiputada del BNG Ana Miranda en el citado comité. Con una pancarta en la que se podía leer Galiza vive da pesca, defendámola como atrezzo, Miranda se presentó señalando las graves consecuencias que esta decisión tiene para Galicia. «A pesca no meu país supón preto do 6 % do PIB e é unha medida que afecta a 200 embarcacións de titularidade galega e 900 indirectamente con máis de 4.000 tripulantes afectados e un impacto económico de case 900 millóns de euros», apuntó la nacionalista. Una intervención que fue cortada de manera tajante por el presidente de la Comisión de Pesca, el europarlamentario francés de Renew, Pierre Karleskind, que recordó que había un orden del día y ese punto no estaba dentro. El reproche dio pie a replicar a Miranda para exigir a Karleskind «que non corte a palabra por amosar as preocupacións que existen no sector pesqueiro galego». 

BNG

También el eurodiputado gallego del PSOE, Nicolás González Casares, aprovechó su intervención en la sala para manifestar su desacuerdo con la medida: «Estamos viendo cómo el comisario [de Medio Ambiente, Océanos y Pesca] rechaza todo lo que propone este comité y este sector y lo que vamos es de cabeza a un desastre». Por tanto, «requerimos a Virginijus Sinkevicius que dé la cara, que se tome el tiempo necesario, pero que lo haga porque estamos en una situación muy grave donde la Comisión está soliviantando al sector».

Ahora bien, tardará al menos dos semanas en aparecer y, para entonces, si nada lo remedia, ya habrán entrado en vigor las vedas. Sinkevicius no comparecerá, al menos, hasta el 17 de octubre. Los eurodiputados decidieron aplazar hasta esa fecha la petición porque el comisario está convaleciente tras una operación en una pierna, usa muletas y es probable que no se desplace hasta Estrasburgo. Por más que el popular Gabriel Mato insistió en la conveniencia de exigir explicaciones ya, el resto prefirió escuchar los argumentos de boca de Sinkevicius. Aunque para entonces quizá la suerte ya esté echada.