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La Xunta pide que se dejen las especies accesorias al margen de las cuotas

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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MARCOS CREO

Plantea que lenguado, abadejo, merlán, maruca o solla se limiten con medidas técnicas

13 feb 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

La flota gallega trabaja con una soga al cuello: la que le ponen aquellas especies para las que tienen muy poca cuota y que amenazan con estrangularla; esto es, dejarla amarrada al muelle por no disponer de cupo para ellas por más que tengan de otras que son realmente su especie objetivo. Es el caso del lenguado, de la solla, del abadejo, del merlán, de la maruca... Pescados todos que la flota gallega captura, pero no de forma dirigida, sino de manera accidental, como acompañantes de la captura principal. Y, además, la presión que ejercen sobre ellas no es importante y, además, las cifras de captura apenas han variado en los últimos cinco años.

Son los cálculos que ha hecho la Consellería do Mar, que ha enviado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación una solicitud para eliminar de los totales admisibles de capturas (TAC) las especies accesorias, pues «non existen informes científicos concluíntes sobre o estado real destes recursos pesqueiros en varios caladoiros comunitarios». Así, demanda que en lugar de gestionarse por TAC y cuotas se haga a través de la adopción de medidas técnicas.

Las especies que dan mayores problemas son el abadejo en aguas de Gran Sol, el Cantábrico Noroeste y aguas de Escocia; el lenguado y el merlán también en el Cantábrico Noroeste y aguas francesas, y la solla del Cantábrico y en Portugal. Para justificar que se dejen al margen de los TAC y cuotas, el Ejecutivo gallego esgrime varios argumentos, como que «se trata de especies sometidas a un esforzo pesqueiro non dirixido, salvo casos específicos de pouca entidade, e centrados nun menor número de buques de artes menores da flota costeira artesanal». A fin de cuentas, aunque se trata de TAC establecidos de forma preventiva, y a las que en ocasiones se les han aplicado recortes genéricos del 20 % en virtud del principio de precaución, «son cotas estables no período 2010-2023, manténdose en moitos casos invariables nas súas cifras durante máis de cinco anos».

La Dirección Xeral de Pesca, que suscribe la petición, hace además hincapié en que hay precedentes de esa excepción en Europa. Es el caso de la limanda y la platija europea en el mar del Norte, que «en base a ditames científicos que indican un risco baixo ou nulo de explotación insostible e sinala esta medida como a mellor opción ante a súa posible conversión en especies de estrangulamento».

Flota de pincho y de enmalle

La Xunta resalta, además, la reducción del esfuerzo pesquero de impacto directo sobre estas especies, «xa que o principal desembarque procede da frota de palangreiros de fondo e redes de enmalle que se viu reducida nos últimos anos no Gran Sol e no caladoiro do Cantábrico Noroeste». A eso aún suma el escaso volumen de desembarco, con una media de 700 toneladas al año de desembarques; una cantidad de escasa entidad que supone en torno al 0,42 % del total de la pesca gallega desembarcada por las flotas que capturan esas especies accesorias.

Mar denuncia que se aplica de forma excesiva el principio de precaución. Y que se hace de forma lineal y con escasez de datos, sin mantener, además, «un equilibrio con outros aspectos relevantes como o ambiental, o social e o económico, poñendo un foco en exclusiva no apartado relativo ao recurso». Por eso en su petición a Madrid demanda un proceso para completar los análisis existentes en aras de un mejor conocimiento del estado de los recursos y una mejor adecuación de los TAC o su eliminación «ante o escaso nivel de risco de conservación existente».