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La pesca europea entra en una nueva era con un control digital más estricto

SALVADOR SERANTES ESTRASBURGO / ENVIADO ESPECIAL

PESCA Y MARISQUEO

S.S.

Todas las capturas se registrarán telemáticamente, incluidas las de mariscadores y recreativos, y los barcos de más de 12 metros las notificarán antes de entrar a puerto

18 oct 2023 . Actualizado a las 04:45 h.

No hay planos con la geolocalización que le exigen a los pescadores para moverse por el laberinto del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Poco más que los ujieres de guardia y la veintena de eurodiputados de pesca quedaban en un desolado hemiciclo con más de 700 escaños cuando, pasadas las ocho de la noche del lunes, se debatió el Reglamento de Control de Pesca. Muchísimo más aforo había este martes, cerca de la una de la tarde, cuando la Eurocámara aprobó por 438 votos a favor, 146 en contra y 40 abstenciones los 345 folios, enmiendas y citas legislativas incluidas, de una norma que refunde otras seis e intensifica la vigilancia de la pesca comunitaria.

Una nueva era con un control digital más estricto que, entre otros muchos aspectos, obliga a registrar todas las capturas y a notificarlas antes de descargar a todos los barcos de 12 metros en adelante. Algunas normas comenzarán a aplicarse en breve, otras como muy tarde en el 2028 y alguna hasta el 2030.

Algunas 

GEOLOCALIZACIÓN

Moratoria para los de menos de 9 metros. Con aplicaciones informáticas en teléfonos móviles o tabletas, todos los pesqueros de la UE deberán transmitir periódicamente su posición. Con una excepción —en realidad una moratoria hasta el 2030 que deberá solicitar cada Estado—, para los de menos de 9 metros que faenen en rías, como los gallegos. 

DECLARACIÓN TELEMÁTICA

Anunciar descargas a los de más de 12 metros. Toda la flota comunitaria ha de registrar electrónicamente sus capturas, incluido el marisqueo, de lo que en Galicia se ocuparán las cofradías de pescadores. Y los barcos de más de 12 metros de eslora tendrán que enviar una notificación telemática previa antes de descargar la pesca en puerto, igual que topos los españoles cuando desembarquen en muelles de otros países.

CÁMARAS A BORDO

Barcos de 18 «con alto riesgo» de incumplimiento. Para velar por el cumplimiento de la obligación de desembarque de todas las capturas reguladas por cuotas, los barcos de más 18 metros de eslora deberán grabar en circuitos cerrados de televisión trabajos como el de «largar artes o halar o retirar artes del agua, y cuando se suba a bordo la captura o la tripulación la manipule o cuando puedan producirse descartes». No filmarán a los pescadores y no se transmitirán en directo. En principio, podría no imponerse hasta el 2028.

POTENCIA DE LOS MOTORES

Control continuo de la potencia motriz. Con sistemas telemáticos que podrían compararse con los tacógrafos de los camiones o autobuses, se registrará de modo continuo la potencia real de los motores de los pesqueros. Comenzará con los arrastreros con «alto riesgo» de que la real supere a la autorizada, pero además se prevé para «jábegas y redes de cerco»; o sea, artes remolcadas. El objetivo es verificar la capacidad de pesca, que se mide en función del arqueo y de la potencia motriz. El 2028 será la fecha límite para implantarlos. 

MARGEN DE TOLERANCIA

Se mantiene en el 10 %, 20 % para menos de 100 kilos. Anotar todo lo que se pesca incluye estimar cuánto pesa y, en caso de inspección, se admitirá una diferencia del 10 % entre lo anunciado y lo que diga la báscula, elevándose hasta el 20 % si las capturas de una especie no superan los 100 kilos. 

SANCIONES

Iguales para todos. El reglamento introduce una lista fija de infracciones administrativas graves y otras que determinará cada Estado, marcando también las cuantías de las multas y vinculando algunas al valor de mercado del pescado. Se equiparan para todos los países, igual que las inspecciones, y se abre la vía a sanciones penales. En caso de detectarse vulneraciones graves, aparte de las multas, se les descontarán puntos a los patrones y a los propietarios del barco. Acumularlas puede suponer la retirada de la licencia de pesca.

Los recreativos declararán lo que cogen, y en 5 años se sabrá el origen de las conservas

Según el eurodiputado popular Francisco Millán Mon, Virginijus Sinkevicius, eurocomisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, no asistió a la votación del Reglamento de Control en Estrasburgo porque a esa hora participaba en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente.

Resultado de intensas y por momentos muy tensas negociaciones, la nueva normativa hace realidad el control de la pesca recreativa. Aparte de reiterar la prohibición de vender las capturas de los aficionados, establece que los Estados «garantizarán que las personas físicas que realicen actividades de pesca recreativa estén registradas y registren y notifiquen sus capturas» mediante el sistema de recogida de datos que determine cada país, pero este tiene que disponer de uno electrónico para computarlas y transmitirlas a la Comisión.

El control de la comercialización se refuerza, obligando a los pescadores, a las lonjas, a los distribuidores y procesadores a garantizar que la información del pescado se registre y transmita electrónicamente desde el mar a la mesa. Y una de las novedades es que la trazabilidad también se exigirá a los productos importados, un intento de restringir la entrada en el mercado comunitario de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, incluida la esclavista. Como muy tarde dentro de cinco años, las latas de conservas incluirán información que permitirá al consumidor saber de dónde procede su contenido.

Clara Aguilera: «Un buen acuerdo, espero que sea aceptado por todo el sector»

Satisfecha, la eurodiputada socialista Clara Aguilera, ponente de la nueva normativa, compareció en rueda de prensa en la Eurocámara resumiendo que «es un buen acuerdo; espero que sea aceptado por todo el sector».

«Por fin hemos conseguido la armonización» legislativa en el control, en las inspecciones y en las sanciones en los Veintisiete, que generaba «un sentimiento de injusticia» por la disparidad entre países.

«Estamos un paso más cerca de la digitalización del sector», si bien para aplicarla admite la necesidad de «formación para adaptarse». En su opinión, «protegemos claramente a la pesca artesanal» y con el «control más estricto de las importaciones» confía en que en la conserva «no nos metan gato por liebre».

Sobre el desánimo de la menguante flota comunitaria, le reprochó al comisario Sinkevicius su «falta de sensibilidad con el sector».

Francisco Millán Mon: «Un paso adelante, pero hay aspectos que no me satisfacen»

SANDRA ALONSO

En los pasillos de la zona de prensa del Europarlamento, el eurodiputado popular Francisco Millán Mon reivindica a Galicia como «la primera región pesquera de la UE» y, como gallego que es, comenta que hasta la propia Aguilera le reconoció en el debate del lunes a la noche «la solución gallega de Paco Millán», la que exime a las y los mariscadores de a pie del registro telemático de sus capturas desde los arenales. En su nombre lo harán las cofradías de pescadores.

Con los precedentes del «infumable» reglamento propuesto en el 2018 y del «nada bueno» del 2021, este lo considera «un paso adelante»; por ejemplo, en la digitalización, «porque es muy importante tener datos» para defender al sector; o con los cinco años de margen para que las conserveras detallen de dónde proceden sus productos. Y entre los «aspectos que no me satisfacen, las cámaras: no fue posible que fueran para barcos de más de 18 metros». También lamenta que no prosperase eximir de la geolocalización a los barcos de hasta 12 metros que faenen en aguas interiores.

Ana Miranda: «Impón máis burocracia e non contempla a realidade galega»

A la salida del hemiciclo en Estrasburgo, la eurodiputada del BNG Ana Miranda explicó su voto en contra porque «estamos aquí para defender o que demanda a pesca galega, non as posicións totalmente irrealistas da Comisión Europea, allea á realidade do sector».

El reglamento «vai impor máis esixencias administrativas, máis burocracia coa xeolocalización e a declaración telemática». Sobre los plazos en la aplicación, echa la vista atrás y recuerda que también se ha dado con otras normas, pero la realidad «é que se destrúe máis flota».

«A realidade da pesca galega artesanal e o marisqueo non está contemplada, pero tampouco nas competencias propias de Galicia das puntas das rías para dentro». Para Miranda, el refuerzo del control «o que fai é poñer en dúbida ao sector» que se movilizó contra el reglamento con el lema «somos pescadores, non delincuentes».