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El fallo de Amazon que paralizó la Red demuestra la fragilidad del sistema

michael McLoughlin MADRID / COLPISA

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NOAH BERGER reuters

Una errata de un empleado tuvo un impacto de más de 140 millones de euros

13 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Profesores, expertos lingüistas y otras voces suelen lamentar que la tecnología está acabando con la ortografía. Redes sociales y otros servicios cuentan con un idioma propio, en el que las haches, los signos de puntuación y otros caracteres son triturados sin dejar rastro. Por eso la última gran caída sufrida en la Red tiene un tanto de justicia poética. Un error tipográfico en un comando de mantenimiento supuso la semana pasada una zancadilla insalvable para la infraestructura que sostiene gran parte del ciberespacio. Una falta ortográfica que costó más de 150 millones de dólares (unos 140 millones de euros).

El error ocurrió en el corazón de Amazon Web Services (AWS), el servicio de alojamiento en la nube del gigante del comercio electrónico, y no se solventó hasta cinco horas después de su comienzo. Desde la enciclopedia de GIF’s Giphy hasta Apple, Spotify, Netflix, AirBNB o Buzzfeed, todas se vieron afectadas por ese dedo traicionero que tecleó en el lugar equivocado.

El fallo, según la explicación de la propia compañía, ocurrió durante la depuración del sistema. En ese proceso hay que apagar algunos servidores. Sin embargo, el carácter mal introducido produjo que se apagasen muchos más de los debidos. Recuperarlos del letargo en los que el error los sumió llevó más de la cuenta: hubo que reiniciar el sistema, y fue un proceso lento.

Tras el informe de Amazon, queda descartado un fallo informático. Dada la importancia de su infraestructura -cada vez más popular entre los que buscan un servicio de alojamiento para crear su plataforma online-, la compañía ha tomado medidas: en adelante los ingenieros no podrán desactivar los servidores, y se evitará el efecto dominó de estas caídas creando mayor independencia entre los diferentes módulos. No es la primera vez que ocurre esto en el corazón de Amazon. La anterior vez se remonta al 2012, cuando comunidades como Reddit se quedaron sin servicio en Latinoamérica por un fallo.

Hasta el propio Facebook, que tiene potentísimos centros de datos para dar servicio a su extensa parroquia, ha sufrido estos males. En el 2015 se dio el último gran episodio en los dominios de Mark Zuckerberg. En una semana, usuarios de todo el mundo se quedaron sin acceso en tres días diferentes. Aunque los problemas apenas se extendieron una hora, el eco y ruido generado fue mayúsculo. Por entonces la comunidad tenía ya 1.350 millones de usuarios activos.

Otras grandes caídas han sido protagonizadas por WhatsApp, Instagram o, entre otros, Telegram, que sufrió en su momento un ataque por denegación de servicio, algo más habitual de lo que parece, aunque no siempre trasciende si su intensidad no es mayúscula. Independientemente de si es por un error humano o por una acción orquestada, una caída del servicio es uno de los principales temores de las empresas de Internet.