Uno de cada cuatro jóvenes europeos sigue accediendo a contenidos pirateados
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La mayoría de los ciudadanos apoya el derecho a la propiedad intelectual de los creadores
24 mar 2017 . Actualizado a las 08:12 h.Los jóvenes europeos se confirman como el sector más proclive al consumo de contenidos pirateados en Internet y la compra de productos falsos. Según una encuesta realizada por la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE, uno de cada cuatro jóvenes de Europa (un 27 %) admite que accede de forma intencionada a contenidos en línea pirateados. Aunque en la horquilla de mayor edad crece la preferencia por acceder a los contenidos digitales a través de plataformas legales, el porcentaje de pirateo entre los jóvenes apenas ha variado desde el año 2013, cuando se efectuó un sondeo de similares características.
Cuando se analizan en cambio las preferencias globales del público de todas las edades, se detecta que únicamente un 10% de los consultados acude de forma intencionada a contenidos pirateados, mientras que un 83 % prefiere los servicios legales. Entre los que piratean, siete de cada diez aseguran que dejarían de hacerlo si tuvieran acceso a opciones más baratas.
Confusión en la Red
La encuesta, llevada a cabo por la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE a partir de 26.555 entrevistas a mayores de 15 años de los 28 países miembros, pone de relieve que existe cierta confusión: uno de cada cuatro consultados no tiene un concepto claro de qué fuentes de la Red son legales y cuáles no, una cifra que sube al 41 % en la percepción de los jóvenes.
Desde la última encuesta, en el 2013, hasta hoy, se aprecia un aumento en el uso de plataformas legales y en el apoyo al hecho de que los creadores y artistas protejan sus derechos y sean retribuidos por su trabajo, como refleja un 97 %, es decir, un respaldo generalizado a los derechos de propiedad intelectual por parte de los ciudadanos europeos.
Es más, uno de cada diez de los consultados cree que ha sido engañado al realizar una compra por Internet. En cuanto a la falsificación de artículos de consumo convencional -no en línea-, 41 de cada cien jóvenes declaran que es aceptable la compra de réplicas si el producto original es demasiado caro.