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Snapchat, un unicornio entre tiburones

Michael McLoughlin MADRID / COLPISA

OCIO@

Drew Angerer | AFP

La aplicación se tambalea después de que Facebook haya integrado en Instagram muchas de sus funciones

29 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año, Snapchat cabalgaba con brío. Era la aplicación de moda en medio mundo. Un unicornio, esos corceles empresariales valorados en más de mil millones de dólares, que campaba a sus anchas por Silicon Valley. La plataforma había sido lanzada en septiembre del 2011, después de que sus creadores Evan Spiegel, Bobby Murphy y Reggie Brown afinasen el desarrollo que habían comenzado un año antes en la Universidad de Stanford.

Su popularidad se disparó rápidamente. Su concepto de red social efímera (los contenidos desaparecían una vez se consumían) y sus filtros de realidad aumentada llamaron la atención de Facebook, que llegó a ofrecer más de 3.000 millones de dólares por la compañía. Los padres de Snapchat desoyeron los cantos de sirena que tiempo después se convertirían en letales mordiscos de tiburón. Y es que Mark Zuckerberg empezó entonces a desarrollar internamente esta tecnología para añadirla a una de las joyas de su corona: Instagram. El resultado fue Stories, una funcionalidad activada en el 2016 que permite subir contenido que desaparece a las 24 horas.

Esta novedad ha impactado de lleno en la línea de flotación de Snapchat, que solo ha crecido un 5 % en número de usuarios en los últimos tres meses, lo que supone una desaceleración. Cuenta con 166 millones de usuarios diarios activos, frente a los 200 de la app de fotografía de Facebook. Las pérdidas en ese tiempo -justo lo que ha transcurrido desde su salida a Bolsa- se han disparado hasta superar la barrera de los 2.000 millones de euros. Y, si por si esto fuera poco argumento para el nerviosismo, Instagram ha incorporado ahora también filtros de realidad aumentada. «La situación de Snapchat es relativamente complicada», afirma Jonathan Bar Magen, profesor del centro universitario U-Tad. Este docente especializado en desarrollo de aplicaciones considera que el éxito de la firma fue surgir en una época donde «aparecieron muchas filtraciones de contenidos privados». «La encrucijada en la que se encuentra Snapchat consiste entre cambiar su metodología y objetivo empresarial, dejando de ser una start-up, o no innovar y acabar siendo como un ICQ o AOL», augura Bar Magen sobre los próximos pasos que debe dar la compañía. Al parecer, la dirección de la app se encamina más hacia el primer objetivo: seguir innovando. No en vano, Evan Spiegel, fundador de la compañía, lanzó un mensaje de calma al decir que cuando uno es una «empresa creativa y logras grandes cosas» hay que asumir «que van a copiar tus éxitos». 

Lo que ha puesto de manifiesto todo este enfrentamiento tecnológico es el músculo de empresas como Facebook y Google para adquirir o copiar las plataformas que emergen con fuerza y acumulan un gran éxito.