La coreógrafa Ninette de Valois, fundadora del Royal Ballet de Londres y una de las mayores influencias en el mundo de la danza del siglo XX, murió ayer a los 102 años en su domicilio de Barnes, al suroeste de la capital británica. Anthony Dowell, director de la compañía rindió un homenaje a la coreógrafa al afirmar que, «con su muerte, perdemos a una de las mayores figuras en el mundo de las artes». De Valois, fue la creadora de numerosas coreografías, entre ellas las célebres Job, The Rake''s Progress y Checkmate. Nacida en el condado irlandés de Wicklow decidió hacerse bailarina tras ver a Anna Pavlova interpretar a Odette en El Lago de los Cisnes. Destacó con su baile en las compañías de Serguéi Diaghilev, Leonid Massine y Lopokova antes de abrir su propia escuela de ballet en 1926, la London Academy of Choreographic Art. Una actuación de sus estudiantes en el teatro Old Vic, en mayo de 1931, está considerada como el nacimiento del ballet clásico profesional en el Reino Unido. Tras la Segunda Guerra Mundial, la compañía se desplazó a la Royal Opera House, en el barrio de Covent Garden en Londres, donde reabrió la sala con una representación de La Bella Durmiente. Permaneció como directora del Royal Ballet hasta 1963 y continuó involucrada en la escuela hasta 1971.