Nueva era en la tele de EE.UU.

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

TELEVISIÓN

La jubilación de la octogenaria periodista Barbara Walters da luz verde a otra forma de consumir televisión en el país que la inventó

18 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La última en anunciar su marcha fue Barbara Walters este mismo mes. La veterana periodista comunicó que el 16 de mayo será su último día al frente del programa que dirige y presenta en la cadena ABC. Walters es una leyenda de la televisión estadounidense en la que lleva más de cincuenta años. Fue la primera copresentadora de un informativo vespertino, la primera mujer que presentaba noticias sola y desde hace treinta años la entrevistadora más famosa. Ante ella se han sentado desde Fidel Castro a Sadam Huseín y todos los presidentes estadounidenses contemporáneos.

El día que anunció su despedida, el presidente de la cadena en la que trabaja aseguraba: «Es difícil imaginar la televisión sin ella». Y aunque es cierto que es difícil imaginar la televisión sin ella, lo que es más difícil aún es imaginarla con ella. Como lo es imaginar la televisión de los próximos años con otros mitos de la pantalla estadounidense que la han dejado en los últimos tiempos, Jay Leno y David Letterman.

Porque en todas estas retiradas influyen los años de sus protagonistas: Walters tiene 84 años, Leno tiene 63 y Letterman, 67. Y los tres empezaron sus carreras televisivas hace varias décadas. Pero la razón definitiva de estas retiradas está en un cambio de tendencia radical en la televisión. Los televidentes estadounidenses están cambiando las cadenas tradicionales, en las que trabajaban estos tres popes, por nuevas formas de acercarse a la pantalla.

Netflix, motor del cambio

Y ese cambio tiene un impulsor principal: Netflix, la plataforma de alquiler on line que cuenta ya con 30 millones de suscriptores en EE.?UU. y otros ocho más fuera del país. En sus primeros años, Netflix solo ofrecía películas o series que ya habían emitido las cadenas de cable. Pero entre el 2012 y 2013, el panorama cambió. Netflix apostó por la programación propia y produjo varias series: House of Cards, Orange is the new black o Lilyhamer. Y esas series han arrasado.

Las suscripciones a las cadenas por cable están experimentando una rebaja de unas 900.000 cada año. Y el número crece cada vez más, sobre todo entre los adultos jóvenes, la franja de población más deseada por la publicidad. Porque son esos adultos jóvenes, entre 25 y 40 años, los que eligen las nuevas plataformas sobre la televisión tradicional. Y es que aunque Netflix fue la primera ya no es la única. Hulu y Amazon Prime le han seguido los pasos.

Amazon Prime además puso en marcha el año pasado una nueva idea que parece que le está funcionando muy bien y que tiene como argumento central la interacción con sus espectadores. Produjo varios pilotos, los emitió y pidió a sus suscriptores que votaran cuáles de ellos querían ver convertidos en series. Los elegidos, convertidos en serie, se estrenarán a lo largo de este año.