La serie, que se aproxima a los mil capítulos, se adapta a la moda de esa época con faldas más cortas y estampados más vistosos
30 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Con más de cuatro años en emisión diaria y aproximándose cada día a los mil capítulos, El secreto de Puente Viejo prosigue con la permanente renovación de sus tramas y personajes, una de las claves de su éxito. Ahora, la serie ha reformado sus decorados y la moda de sus protagonistas, que empiezan a adaptarse a la moda de los locos años veinte, con faldas más cortas y estampados más vistosos.
Eso será en la parte visual, pero también las tramas siguen en constante desarrollo para mantener el interés de cerca de dos millones de espectadores, lo que lo ha convertido en el único programa vespertino capaz de hacerle sombra al popular Sálvame, de Telecinco.
La vida en Puente Viejo va a dar un cambio radical con la llegada de dos nuevos habitantes. Para Francisca Montenegro, interpretada por la actriz gallega María Bouzas, el pasado regresará en forma de venganza. Severo Santacruz (Chico García) es el poderoso creador de un imperio que tiene una deuda que saldar. Una venganza es el motor de su vida, y Francisca es el objeto de su persecución. Solo confía en su amigo y camarada Carmelo Leal (Raúl Peña), su mano derecha.
Con la aparición de ambos, la vida en Puente Viejo tomará un rumbo incierto. Francisca se enfrentará a un antagonista muy poderoso y, por primera vez, tendrá un rival a su altura. Eso cambiará el equilibrio de fuerzas en el pueblo, ya que Francisca dejará de ser la omnipotente dueña de todo. También se anuncia un triángulo amoroso entre Amalia, Bosco e Inés.
El gran éxito de la serie se prolonga también en el extranjero. En países como Chile causa gran sensación, hasta el punto de que, por este motivo, María Bouzas fue anoche invitada a la cena de gala que los reyes ofrecieron a su presidenta, Michelle Bachelet.