El éxito es un don difícil de prever. Pocos hubiesen apostado por la notoriedad que está alcanzando el programa de Bertín Osborne en TVE y, sin embargo, ahí está, engrandecido ante sus rivales y con la renovación asegurada. Sobre el papel, el proyecto sonaba a otro programa de entrevistas de sofá. Con eso y la reciente trayectoria discreta de La 1, resultaba impredecible que En tu casa o en la mía fuera a convertirse en uno de los mejores estrenos de la temporada. El programa es, por simplificar, la versión amable del Chester, monólogos incluidos, pero aquí los tresillos, como los muebles y la piscina, no son de atrezo; son de los de verdad, con tapicería cara y cuadros de autor en la pared. Tampoco el presentador se parece. Bertín trabaja desde casa la mayoría de las veces y ejerce de buen anfitrión con invitados que son, además, amigos. Por eso se muestra relajado y socarrón, sin buscar titulares ni aprietos efectistas. Una suma de elementos que reúnen el poder analgésico de unas páginas centrales de revista del corazón. El programa se supera cada semana y este miércoles batió su récord con una charla que mostró la cara nunca vista de Pablo Motos. Por unos minutos, el presentador de El hormiguero compitió contra sí mismo en dos canales y la próxima visita de Bertín a Antena 3 quedó pactada. Cuestión de sinergias.