La reina y Felipe

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la realidad supera a la ficción, la relación de Isabel II y Felipe de Edimburgo debe ser tan suculenta como imposible de ser retratada. Abarcar un matrimonio de 70 años y un reinado de 64 no hay historiador capaz de relatarlos sin faltar a la verdad, de ahí que un buen guion resuelva mejor la esencia de vidas tan inalcanzables. Por eso desde que he visto The Crown no dejo de darle vueltas a los críticos que han encontrado en esta serie deliciosa falta de rigor o una excesiva adulación hacia la reina de Inglaterra. Porque después de enfrentar el primer episodio, tuve que ver el segundo, y el tercero, sin poder distanciarme de una ficción de la que se disfruta todo. Hasta el punto de que conviene detenerse y permitirse el lujo de saborearla sin precipitación para admirar lo mejor de su creador, Peter Morgan, guionista de la magnífica The Queen, y de la dirección de Stephen Daldry, que nos desasosegó inmensamente con Las horas. En The Crown lo vuelve hacer con igual sutileza, en un retrato muy personal de Isabel II, quien con 25 años inicia el camino de desaprender a reaccionar como un ser humano. Casi nada. Ese debate entre la mujer y la reina es tan jugoso como los entresijos de la corte y del gobierno que retrata la serie, en la que destaca John Lithgow como Winston Churchill. No se pierdan The Crown, es mucho más que la verdadera vida de la reina y Felipe.