La próxima edición del programa de cocina tendrá entre sus protagonistas el Obradoiro y los productos gallegos
30 mar 2017 . Actualizado a las 12:37 h.Once ediciones en sus tres modalidades convierten a MasterChef en todo un veterano. Y la experiencia es un grado. De ahí que el rodaje en la compostelana praza do Obradoiro de uno de los programas de la quinta edición del formato sénior fue relajada. Solo los concursantes -se grabó el capítulo 11 de 13, por lo que prácticamente era una semifinal- estaban nerviosos. No así el jurado. Aunque los seguidores de este reality gastronómico reclamaban a los tres cocineros, Jordi Cruz fue el rey de autógrafos y selfies. Y lo cierto es que los tres realizaron a la perfección su papel: profesionales, amables y cercanos con el público.
El equipo llegó el martes y se rodaron algunas imágenes en la Catedral con botafumeiro incluido. Ayer le tocó el turno a la prueba de exteriores y la degustación del jurado en el Hostal dos Reis Católicos. Y hoy el protagonista será Pepe Solla con una masterclass en el Centro Superior de Hostelería de Galicia, que se emitirá en el mismo programa. Todo con producto gallego. Galicia Calidade, Xunta y Concello de Santiago participan, por lo que, «unha vez que colaboras, que sexa unha exhibición do produto galego», explicaban desde Galicia Calidade. Materias primas gallegas, menaje gallego, «e mesmo as xoias de Samantha e Eva son galegas», apuntan.
Además del equipo, los concursantes y algunos admiradores, por el set también se paseó Marcelo Tejedor, anfitrión de los cocineros del jurado el martes por la noche, o Paloma, finalista compostelana en la edición júnior.
Pepe Rodríguez, que mientras inspecciona a los concursantes aprovecha para probar una patita de pulpo, reconoce su amor por el cefalópodo: «Si hay un plato que me enamora y me gusta es el pulpo, donde lo hay lo comería todos los días. Y no me voy de aquí sin comerme un buen pulpo». Algo similar cuenta Jordi Cruz, que confía ciegamente en Pepe. «Hoy [por ayer] buscamos cocina tradicional, Pepe es el que siempre me lleva porque es un hombre cultivado y viajado -cuenta no sin un punto de ironía- y estamos buscando ese pulpo maravilloso que queremos llevarnos a la boca».
Los tres coinciden en que el nivel de esta quinta edición es muy alto. «Tenemos un programa muy internacional», apunta Samantha Vallejo-Nágera. Sobre sus preferencias de formato, asegura: «Me gustan los tres; lo bueno es que cuando acabamos el de mayores queremos hacer el de famosos, y al acabar el de famosos nos apetece el de niños».
Además de contar con producto, escenario y material gallego, el servicio no podía ser menos. Un total de 38 alumnos del primer curso de Dirección Hotelera del Centro Superior de Hostelería de Galicia se encargaron de servir los platos a los 80 comensales, entre peregrinos e invitados, elegidos entre asociaciones de amigos del camino y periodistas gastronómicos.
Los alumnos se lo tomaron con calma, «no se nos ha caído ningún plato, pero algún trozo de pulpo sí». ¿Os veis de cocineros como ellos? «No, nos vemos de directores de hotel».