No hay vuelta en esta tendencia televisiva de agarrarse al cojín. De agarrarse al cojín mientras sientas en el sofá a tu entrevistado y te echas al lado amable de su vida. La entrevista cómoda, con respaldo y buenos apoyos, ha encontrado un hueco amplio en la televisión, ya sea en el chéster, en el salón de Bertín o ahora en el plató de El árbol de tu vida, en el nuevo programa de Antena 3 que descubre el lado más íntimo de los personajes. Que viene a ser una mezcla entre el de Bertín y Sorpresa, sorpresa, con algunos tics televisivos que son imposibles de borrar en estos tiempos. El recurso a la música en off, mientras van pasando fotografías familiares del invitado, con ese estilo tan de vídeo de boda bajo el sonido de Richard Clayderman, parece infalible.
Pero hay que decir, en justicia con Toñi Moreno, la presentadora del nuevo espacio, a la que le dimos caña por todas partes en etapas anteriores, que con Antonio Banderas estuvo bien dentro de este rollo amable que se lleva. Pero no cayó ni en la hagiografía de Pablo Motos con Pantoja ni en el punto chusquero que en ocasiones se larga Bertín, que juega a perder la memoria cuando entra en temas de corazón con sus invitados. Toñi Moreno no. Se lanzó a preguntarle sin miedo a Antonio Banderas por Melanie y sus hijos, sin el colegueo constante, que se agradece en esta batalla entre las cadenas por dar al mejor personaje.