Los zombis que dan vida

Mikel Labastida MADRID / COLPISA

TELEVISIÓN

AMC acertó al adaptar para televisión el cómic de Robert Kirkman basado en un mundo plagado de cadáveres andantes

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero fue el cómic. Lo idearon el escritor Robert Kirkman y el artista Tony Moore (a este último lo sustituyó más adelante Charlie Adlard, aunque aquel no terminó de desvincularse y se ocupaba de las portadas). Se trataba de una historieta en blanco y negro de edición mensual que se empezó a publicar en octubre del 2003 y narra las aventuras y desventuras de Rick Grimes y su familia junto con otros supervivientes de un apocalipsis zombi. Se sigue editando (de la mano de Image Comics) y ha fidelizado a un gran número de seguidores. Muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando la cadena AMC anunció que compraba los derechos para realizar una serie. Otros se alegraron. La producción se estrenó en el 2010 y tuvo buena recepción por parte del público y de la crítica.

El punto de partida es el despertar del oficial de policía Grimes, que sufría un coma y había sido abandonado en un hospital. La humanidad ha desaparecido y en las calles reina el caos. Ese será el panorama que topa. Pronto se cruzará con hordas de muertos vivientes que caminan por las ciudades. El primer impulso le llevará a buscar a su familia y así localizará, en un pequeño campamento, a un grupo de supervivientes dispuestos a todo por luchar contra la plaga zombi.

¿Catorce temporadas?

Vista la serie, no tardaron en aparecer los puretas. Esos que siempre dicen que el libro es mejor que la versión catódica, esos que exclaman que se ha desvirtuado el espíritu original del texto, esos que no dejan de comparar los personajes... Esa gente. La adaptación ha sido acusada de ser más dispersa, menos brutal, más efectista. Obviamente ha tenido que tomarse licencias; por supuesto, los medios son completamente distintos. Pero las líneas maestras no han sido traicionadas. Y eso que lleva siete temporadas en antena y el productor asegura que pueden llegar hasta las 14 como mínimo... Qué miedo.

Lo que está claro es que AMC acertó de pleno. The Walking Dead se ha convertido en su título más exitoso (mucho más que Breaking Bad o Mad Men, aunque estos le dan premios). Y aunque el seguimiento en audiencia ha tenido diversas curvas (los años no pasan en balde), sigue gozando de buena salud. El primer episodio de la séptima temporada, estrenado en octubre del año pasado, reunió a 17 millones de espectadores solo en EE.UU. Otro dato: ese capítulo acumuló 600.544 descargas ilegales en las 24 horas después de su emisión. En ese terreno la ficción también es líder en varios países. La buena recepción propició la puesta en marcha de un spin-off, (Fear the Walking Dead), que ya alcanza su tercera temporada y que se localiza en otra zona de Norteamérica y cuenta lo que sucedió antes de que Rick despertase del coma. La propuesta también ha logrado cifras notables. Los zombis se pusieron de moda, ganaron una nueva vida y el resto de cadenas tomaron nota.

Frank Darabont

Entre tanto, algunas polémicas han podido empañar las buenas noticias. Como por ejemplo, la salida de Frank Darabont, productor ejecutivo que puso en marcha el proyecto y al que la cadena desplazó enseguida. Aunque al principio no se especificaron los motivos, las relaciones entre ambos nunca han sido del todo buenas desde entonces. Pero nada de ello hizo que la popularidad de la serie se resienta.

¿Y cuál es el motivo por el que un producto de estas características ha calado tan hondo entre espectadores y expertos en ficción? El principal es el trasfondo de la propia serie, porque, más allá de la sangre y de las vísceras, se detiene en los problemas de sus protagonistas, en su capacidad de superación, en la manera en que los supervivientes se relacionan y enfrentan entre ellos y en el modo en que organizan una sociedad obligada a empezar de cero. En ocasiones hay mucho más de drama que de terror.

La octava temporada está ya a la vuelta de la esquina. En todo este tiempo han sucedido no pocos giros de guion y la salida de algunos de los personajes más emblemáticos. «Nadie está a salvo en esta historia», advierten los guionistas. Nunca se sabe cuándo puede cruzarse un zombi en el camino. Mucho han cambiado las tramas desde que dio comienzo la aventura. Y hasta el propio Rick se halla en un punto muy diferente. De hecho, ahora mismo se encuentra en una guerra contra los suyos. Para ver lo que suceda en adelante toca esperar, aunque es innegable que a esta producción le queda sangre para rato. Y es que hasta existen escuelas de interpretación en las que se enseña a los actores a caminar y expresarse como zombis y a marcar la diferencia respecto a los humanos. Por cierto, mientras graban, los actores que interpretan a unos y otros no se relacionan.