¿Qué es el Feng Shui?

La Voz REDACCIÓN

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Este ancestral sistema de estética, considerado una verdadera ciencia, ya no es solo cosa de casas chinas

20 oct 2014 . Actualizado a las 17:35 h.

Mejorar la vida y sentirse mejor tanto física como emocionalmente: estas son las claves y el objetivo que persigue Feng Shui. Para todos los que hayan permanecidos ajenos a los mandatos estéticos que se llevan imponiendo durante los últimos años, este sistema de estética, elevado a ciencia, se usa en China desde tiempos inmemoriales. Basada en la doctrina taoísta, el fin que busca es crear un espacio armonioso que encuentre el balance de las energías de la tierra y la naturaleza -conocidas como chi- para el beneficio de los residentes ofreciéndole salud, felicidad, fortuna, prosperidad, amor y dinero. Para lograr un flujo correcto de todas estas energías positivas, hay que tener en cuenta la forma y disposición del espacio así como las orientaciones y los cambios temporales. La estructura de la propia casa junto, la ubicación de cada habitación así como la colocación de los muebles son algunas de las secuelas directas de aplicar este procedimiento.

Consciente de las propiedades que lleva de la mano, Occidente no tardó demasiado tiempo en darse cuenta y adoptarlo como método a tener en cuenta a la hora de decorar, o redecorar, una casa e, incluso, algunos edificios. Para que las energías positivas puedan fluir libres para que así las personas puedan absorberlas, hay que tener en cuenta una serie de pautas y consejos, aunque hay que tener en cuenta que el Feng Shui se basa mucho en ser intuitivo.

- Decirle adiós al desorden. Es lo principal, y quizás lo más fácil de lograr. Una casa limpia y ordenada es la mejor forma de iniciarse en este mundo. Si bien dejar las cosas en el primer lugar que se encuentra o incluso vaguear en materia de limpieza es la vía más sencilla, lo cierto es que este es un paso que hay que dar para alcanzar la paz cuando se entra por la puerta de casa. Pero el Feng Shui va más allá y también veta la saturación y las decoraciones excesivas.

- La importancia de los colores. Para que la energía fluya, no se puede decorar la casa a base de tonos fluor o demasiado oscuros. Blancos, beises, celestes, amarillos pastel y verdes claros será la paleta dentro de la que se podrá jugar para darle color no solo a las paredes sino también a muebles, ropa de cama y otras decoraciones. Aunque los colores pasteles y claros son clave, también se puede añadir rojos para atraer la suerte y el éxito o el morado para la creatividad.

- Formas suaves y redondas. Nada de mesas o muebles cuadradas, ya que sus esquinas interrumpen los flujos de energía. Lo ideal, por ejemplo, en el caso de las mesas, sobre todo en las del comedor, es que sean redondas -como la Belina blanco/roble o la Becky gris de cristal que se pueden encontrar dentro de la tendencia Casa Casual del nuevo catálogo Decora de El Corte Inglés-. En el caso de los muebles, las líneas suaves serán claves para alcanzar el Feng Shui.

- El valor de los espejos. Este elemento no solo sirve para hacer las habitaciones más grandes y ver nuestro propio reflejo, también para que las buenas vibraciones no se estanquen. Por esta razón hay que posicionarlos estratégicamente en espacios pequeños, esquinas o paredes evitando que estén alineados con puertas y ventanas. Para lograr el efecto completo, los que tienen forma octagonal son la mejor opción.

- Nada de oscuridad. El Feng Shui tiene a la iluminación, sobre todo la natural, como piedra angular por lo que las ventanas y las cortinas tienen que estar abiertas durante todo el día. Para las noches, el objetivo es una luz tenue que ilumine los espacios oscuros y que la energía siga fluyendo.

- La purificación de las plantas. Para llevarse un trozo de naturaleza dentro de casa para que sirvan de purificante, las plantas también representan la vida y la buena salud. En el Feng Shui se apuesta sobre todo por el bambú, el símbolo de la buena suerte en China.

- Potenciar las entradas. Son el inicio y la forma de acceso de las buenas energías. Por esta razón, deben ser grandes, espaciosas y con luz. Si la casa no cuenta con estas características, lo mejor es ofrecer esta sensación por lo que un espejo -que no puede estar colocado justo enfrente de la puerta-, una lámpara -por ejemplo, una de pie de acero- y unas plantas serán los ingredientes clave evitando a toda costa muebles grandes.

- Ojo con los baños. Los servicios son una de las zonas más conflictivas de la casa. Para lograr que no esté lleno de malas energías, la clave es decorarlo con tonos vivos y mantenerlo siempre perfumado. Con el orden como mandamiento principal, la segunda ley es no dejar nunca, pero nunca, la tapa de la cisterna levantada. Pero nunca, ni por despiste.

- La disposición del salón. La mejor opción dentro del Feng Shui son los sofás, que deben estar colocados pegados a la pared, para ver toda la estancia, y apostar por aquellos con estructura de madera y con tapizados de telas suaves. La mejor solución son los rinconeros –como este de cinco plazas en color wengué- ya que ayuda a crear una figura cerrada con el resto de los muebles para que así la energía fluya mejor.

- Colocar una fuente. Aunque puede sonar extravagante, lo cierto es que el sonido del agua ayuda a la relajación por lo que es común colocarlas en zonas de trabajo o en el propio salón. El consejo no es baladí, y algunas bibliotecas han incorporado este elemento para aportar calma a los estresados estudiantes. Pero no solo una fuente, el Feng Shui también apuesta por el canto de los pájaros u otro tipo de sonidos para lograr la meta de la relajación, que también se puede lograr con una grabación o simplemente abriendo una ventana.