Una mujer, cuatro looks

La Voz REDACCIÓN

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Porque la respuesta al típico «¿qué me pongo?» no tiene por que ser un dolor de cabeza

25 nov 2014 . Actualizado a las 17:03 h.

Ese momento de primera hora de la mañana que va entre que una mujer se despierta y levanta la persiana de su habitación para ver el día que hace es el clave para el resto del día. Esos segundos que transcurren entre la cama y la ventana se le pasará por la mente mil formas de vestirse para afrontar la jornada que variará en función de lo que se encuentre detrás del cristal, sobre todo durante los meses de entretiempo en el que tiempo varía drásticamente de un día a otro. Y es que aunque parezca mentira, el tiempo determina el armario ya que en pleno invierno no se puede ir en sandalias y en medio de una ola de calor las botas no son opción para casi nadie.

Pero el factor tiempo no es la única variable a tener en cuenta para dar respuesta a la tortura hecha pregunta, es decir, ese «¿qué me pongo» que se repite hasta la saciedad. Otro elemento que considera una mujer antes de plantarse delante de su vestidor es la cuestión sobre qué va a hacer ese día. Y es que aunque a la mayoría de los hombres -y no a todos- le da un poco igual, para ellas no es lo mismo ir a la oficina a trabajar que salir a comer con amigas o irse de fiesta.

Y así, con esas dos variables en mente, la mujer llega a su armario para decantarse por uno u otro estilo para, sobre todo, sentirse segura a lo largo de su jornada. De esta forma, y con el termómetro por debajo de los 15 grados marcando los días, llega el momento de elegir qué ponerse para afrontar salir a la calle. Y aunque el invierno suele ser sinónimos de colores oscuros y millones de capas para sobrevivir, esta temporada existen recursos para no parecer un triste muñeco infalible. Colores pasteles para darle luz a los looks y apostar por texturas y estampados que van desde el tartán, el paisley o la espiguilla serán las claves para jugar sobre seguro -como las que ofrece la nueva colección de Amitié para el Corte Inglés-.

Un look de trabajo

Hasta ahora, parecía que la oficina era sinónimo de tonos grises y aburridas faldas de tubo. Pero eso ya hace tiempo esa filosofía pasó a la historia. Ahora, las mujeres apuestan por prendas cómodas y con glamour para afrontar con estilo ocho horas de trabajo con pequeños detalles para darle un punto diferente. Con una falda tipo midi con vuelo en tonos grises junto con un jersey de lentejuelas será una buena opción para triunfar arriesgando lo justo y necesario.

Un look casual

Cuando no tenemos que ir a trabajar y el día se presente libre, exceptuando para los planes temporales que van surgiendo como ir a tomar un café con amigos, ir de compras o al cine. Para estas ocasiones, unos buenos amigos pueden ser las prendas de la temporada: los ponchos y las capas. Es imposible no acertar con uno de estos sobre los hombres, ya sean de punto o de lana y lisas o con estampados. Una buena elección puede ser esta capa de Amitié de cuadros en tonos marrones acompañado de otro básico en cualquier armario femenino: un vestido estampado de manga larga y escote de pico.

Un look de fiesta

Este año para las noches, ya sea para una cena o para una fiesta, las estrellas son los tonos claros, un recuerdo de la primavera más temprana, junto a la inspiración «lady», basada en las faldas con vuelo y las telas ligeras. Sin olvidarse de que en pleno invierno no se puede salir con un ligero vestido primaveral a la calle, la apuesta puede ser un jersey con lentejuelas y una falda de tul plisada en color natural y cintura a contraste en tono dorado.

Un look para cualquier momento

Y como las mujeres no siempre tienen que ir en falda, moda que ya quedó desterrada en los anales de la historia de la moda, el vaquero -en cualquiera de sus múltiples versiones- es siempre un aliado para cualquier estilo. Sobre todo para los looks más casual, que puede servir para cualquier tipo de actividad que tengamos programado. Un vaquero cinco bolsillo con detalles de costuras y contraste se puede combinar con una camisa vaquera con coderas y un abrigo azul marino con doble botonadura.