Las tartas nupciales cambian de piel. Las nuevas tendencias, huyendo de diseños abigarrados, apuestan ahora por la sencillez y la originalidad
03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.A más fondant, mayor horterada: primera norma a la hora de elegir el postre nupcial. Como con todas, hay excepciones: aquellas en las que la empalagosa cubierta se convierte en medio (y no es el fin) para alcanzar un determinado resultado, un acabado singular, una tarta personalizada. Atrás quedaron las torres barrocas, sobrecargadas de milhojas y capas cremosas, borlas de merengue y flores de pan de ángel que ahora tienen los días contados. Con el universo nupcial evolucionando a pasos agigantados, la repostería empieza a madurar. A dar el estirón. A decantarse por opciones más arriesgadas, originales, incluso recogidas y sencillas, pero más cercanas a la singularidad que a la ostentación.
Como sucede con la localización, el vestido, la música e incluso los detalles de la celebración, el apartado repostero se vuelca ahora en reflejar los gustos y la personalidad de los novios. ¿Qué dicen las tendencias? Tartas caseras a mansalva; dulces singulares a base de alimentos innovadores, como el queso o las frutas; repostería a base de cupcakes y macarons; minipasteles; bizcocho al descubierto; flores naturales; naked cakes o tartas desnudas; motivos pintados a mano; lentejuelas comestibles y figuras de novios originales corando el pastel. Algunos ejemplos -más ideas en el portal de expertos en bodas de El Corte Inglés-:
Tarta de quesos:
Otras:
Tarta de donuts:
