La inflación del campo a la mesa

x.r. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

TERRA

Pepa Losada

Solo en abril, el limón se revalorizó desde el origen más de un 1000 %

25 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los consumidores pagamos mucho más por los alimentos que compramos que lo que reciben los agricultores y ganaderos que los producen. Es una evidencia que, no por conocida, deja de sorprender a poco que se conozca el enorme diferencial de precios que registran la mayoría de productos desde que salen de su lugar de origen hasta que llegan a su destino final en los mercados. De hecho, las variaciones registradas durante el mes de abril, tal y como se recoge en el Índice de Precios de Origen y Destino (IPOD), se tradujeron en incrementos medios de más de cuatro veces su cotización inicial. Según este barómetro, elaborado por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la mayor revalorización de todas, de más de un 1.000 %, la registró el limón, cuya cotización media en los puntos de venta fue de 1,99 euros por kilo, lejos de los 18 céntimos que recibieron los productores.

Enorme es también la diferencia registrada por la berenjena (pasó 26 céntimos en el campo a 2,33 euros en el mercado) o por el ajo cuyo precio se incrementó, de los 84 céntimos que recibieron los agricultores, hasta los casi 6 euros por kilo que tuvieron que desembolsar los consumidores. Otro tanto sucede con el calabacín y el brócoli que se pagaron en origen a 13 y 29 céntimos, respectivamente y después se comercializaron a 1,21 y 2,75 euros por kilo, lo que supone un incremento que supera el 830%. Por cinco multiplicaron su precio la patata, el pepino, el repollo, la zanahoria o la acelga y por cuatro la cebolla, la mandarina o la lechuga. Sensiblemente menor es, sin embargo, el diferencial de precios que presentan los productos ganaderos. Las diferencias más llamativas fueron las de la carne de cerdo (el precio en origen fue de 1,49 euros/kilo y el consumidor la pagó a 6); y el de la ternera de primera (el ganadero recibió 3.84 euros/kilo y en destino se situó a 16,27 euros).

En el otro extremo se encuentran los huevos, la carne de pollo o conejo y la leche de vaca que pasan por ser los productos agroganaderos que menores variaciones registran entre el precio que reciben sus productores y el que finalmente se refleja en los lineales de los supermercados. Según los datos del IPOP de abril, los diferenciales en las cotizaciones de estos alimentos oscilan entre el 34% de los huevos (pasan de 0,99 a 1,33) y el 235% de la carne de conejo que se encareció 3,36 euros sobre los 1,83 euros por kilo a los que se liquidó al ganadero.