«Urge alejarse del peligro», fue el titular de ayer en el Punto de Mira, analizando lo que al Deportivo le espera. Como más inmediato, visitar al Levante, para recibir en la siguiente jornada al Barcelona, en Riazor. Casi nada, mírense por donde se miren, son estos dos compromisos de los que, inclinando uno a su favor podríamos darnos con un canto en los dientes? pero, por si acaso, dejemos la amenaza para otra situación todavía más difícil que puede darse, retrasando el golpe en la dentadura.
A lo que iba, insistiendo en responder a si el triunfo del Córdoba benefició o perjudicó al Deportivo. Por ahora, no puede calcularse con precisión aunque la impresión es de que no le beneficia. ¿Por qué? Porque una derrota del Córdoba hubiese dejado a este equipo «clavado» en uno de los puestos de descenso a los que parecía ser un condenado fijo, dejando solo dos para otros «candidatos». Y aunque ahí sigue el equipo de Djukic, ahora tiene más posibilidades (teóricas porque otras no se le ven, ni se adivinan). Saltar al puesto 17 de la clasificación equivale al indulto. Ojo, mencionamos el puesto 17 y el Deportivo aparece en el 16, por esto hace falta decir que entre el Levante y el Barcelona el equipo coruñés necesita sumar algún punto, o más de uno.
A todo esto, el Granada de Caparrós va muy a menos hasta el punto de dar la impresión de que en estos momentos nadie se atreve a apostar su permanencia en Primera. El campeonato de Liga, como todas las temporadas en el mes de enero, exige un máximo esfuerzo a los equipos para que pongan todo el empeño en superar las dificultades, buscando la salvación.