La mala puntería castigó a un Dépor que fue superior en todas las facetas del juego
02 mar 2015 . Actualizado a las 09:21 h.A Julián solo le faltó la silla. Porque el Dépor se empeñó ayer en convertirlo en internacional sin obligarle siquiera a estirarse. El meta del Almería sumó nueve paradas y un despeje de puños, pero la única vez en la que tuvo que lucirse (un poquito) para rechazar la bola llegó en un tiro de Cuenca que buscaba su palo izquierdo.
OCASIONES SIN PREMIO
Vendaval tras el susto. Ocho ocasiones derrocharon los jugadores blanquiazules a costa del muñeco. El meta rojiblanco coincidió en el centro de su portería con casi todos los balones que no pusieron rumbo a la grada. Hasta 25 veces probaron suerte los de Víctor sin que una sola acabara en gol.
LA VISIÓN DE ÁLEX
Con el motor de La Sagrada. La penúltima fue un voleón desde fuera del área con la firma de Bergantiños, que tuvo su día otra vez. Como casi siempre desde aquel partido frente al Elche, Alex demostró su condición de jugador fundamental para el Dépor. Después de varios años de labor gris, el de La Sagrada es sin duda el jugador que más (y mejor) ha crecido a las órdenes de Víctor Fernández. En las últimas citas le ha ayudado además contar en el doble pivote con una pareja capacitada para el trabajo de destrucción. Eso permite que el canterano reparta esfuerzos en las ayudas y colabore en la creación. Ayer volvió a ser el futbolista que más veces tocó el balón de los que saltaron al campo y persistió en su atrevimiento con los desplazamientos en largo. Una búsqueda del compañero a espaldas de la zaga rival que dio a Riera dos claras ocasiones de gol y permitió ganar la línea de fondo a José Rodríguez y Helder Costa.
LA MOVILIDAD DE LUCAS
Desequilibrio entre líneas. También Sidnei se animó a salvar líneas por alto. En su caso, el beneficiario fue Lucas, que ayer estuvo en todas partes. Como en el último tramo del derbi, el coruñés exhibió una enorme implicación en el juego. Ahora que ha superado sus molestias físicas, el jugador cedido por el Paok es capaz de pasar hora y media buscando césped sin dueño. Aprovechó cada cabalgada de Michel y Dubarbier para ocupar sus puestos. También acertó a sacar partido de los movimientos de Riera atrayendo a los centrales almerienses. Fue el que más disparó a puerta después del catalán.
SUPERIORIDAD EN BANDA
Subidas de los laterales. No hubo ningún acierto en el remate, pero sí infinidad de ocasiones para probar a Julián. Los de Víctor Fernández metieron hasta doce centros en ventaja desde las bandas. La falta de ayudas por parte de los extremos locales provocó varios uno contra uno en los costados. Cuenca, Lucas, José Rodríguez y Helder Costa demostraron capacidad de desborde. Además, las constantes incorporaciones de Luisinho y Juanfran (principalmente este último) exigieron a los centrocampistas del Almería estar más pendientes del trabajo defensivo que de labores creativas.
CONTROL DEL BALÓN
Acierto en el pase. Con Verza, Corona y hasta Soriano muy atentos a lo que sucedía en su propio campo, el Dépor asumió el control de la bola en cuanto se sobrepuso al breve arreón inicial de los de Juan Ignacio. A partir de ahí, acumuló un 60% de posesión y dio casi el doble de pases que el rival. El conjunto blanquiazul estuvo especialmente fino en el toque, superando el 80% de acierto. Una puntería que se esfumó delante de Julián.