El referente de ataque siempre es el delantero centro, pero esto no significa que la responsabilidad goleadora recaiga únicamente en él, porque a un equipo de mitad de tabla hacia abajo que un jugador acabe con diez o doce goles ya es una cifra muy buena, pero a su alrededor debe haber otros que también aporten. En el caso del Dépor ahora coincide que ni el delantero ni los que juegan más cerca de él están marcando. Quizá Lucas, aunque no tiene en este sentido un historial demasiado largo, es al que más hambre se le ve, porque a Cuenca parece que le gusta más asistir que marcar. Para el equipo es mejor lo que le está ocurriendo ahora que lo que le sucedía en la primera vuelta. Antes su juego rezumaba una impotencia que enviaba alarmantes señales de peligro clasificatorio y de puntos, pero ahora hay un equipo que en cualquier momento puede ganar o perder, pero siempre compite. El Deportivo ha crecido mucho, pero falta refrendar esta mejoría, porque los goles dan puntos y los puntos aportan calma en la clasificación. El equipo de la primera vuelta no hubiera hecho el partido de Almería. Ahora está más seguro y con más confianza con balón. Es el mejor momento para recibir al Sevilla o al Valencia.