Ancla nueva para el Dépor

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

BENITO ORDOÑEZ

Guilherme sostuvo la propuesta de Asier Garitano, que volvió a entregarse a la fantasía de Çolak y el trabajo de Borges

26 sep 2016 . Actualizado a las 19:50 h.

Si necesita un alegato en su defensa, a falta de resultados, Garitano podrá esgrimir que le devolvió al Dépor su solidez perdida, que agregó rigor táctico y que en el encuentro más complejo en lo que va de curso domó a Guilherme y lo transformó en ancla. Con el brasileño como sostén, el equipo plantó cara al Atlético mientras el duelo era un once contra once. Durante ese primer tiempo, el futbolista prestado por el Udinese abjuró de sus convicciones deportivas y se convirtió en el enlace entre el muro de la zaga y el de la medular. Él, que había manifestado su querencia al área rival, dedicó tres cuartos de hora a barrer la hierba que separaba el centro del campo de la propia, anulando el peligro entre líneas de Correa y las irrupciones de Koke buscando mover a su equipo en las cercanías de Lux. No dispuso Guilherme de esos balones sueltos en la frontal con los que le gusta amenazar al adversario -«Es una de mis fortalezas, algo que entreno mucho», explicaba hace un mes-, pero ayudó a que pudiera disfrutarlos Çolak, otra vez representante del libre albedrío blanquiazul.

Descanso para Mosquera

La antigua plaza del coruñés. Arrancó el Deportivo formando en 4-1-3-2, con Navarro y Laure reemplazando a Luisinho y Juanfran en los laterales para fortalecer la zaga a costa de minimizar las alegrías defensivas. Varios metros por delante, Fayçal y Borja Valle arropaban a Borges (a derecha e izquierda, respectivamente). Entre ambas líneas se alistaba el 20, ocupando esa plaza en la que Mosquera disfrutó sus mejores tardes con Víctor Sánchez en el banquillo. Le tocaba descansar al coruñés, y el brasileño recuperó la titularidad para convertirse, junto a Arribas, en el visitante que más balones recuperó. Una vez en poder del cuero, lo empleó con sentido, superando el 80% de acierto en el pase (el segundo en este apartado tras Albentosa).

Libertad para Çolak

El turco se consolida. Para obtener ventaja en la parcela creativa, Garitano dispuso un trío con facilidad para incorporarse al ataque, compromiso con el repliegue y virtudes bastante dispares. Borges aporta centímetros para cazar envíos en largo y suple su falta de velocidad con rigor táctico e inteligencia, anticipando los desplazamientos del rival. Fayçal abarca muchísimo campo y no racanea ayudas, mientras que Valle suma desequilibrio y presencia en zonas de ataque. Todo al servicio de la libertad de Çolak, al que han bastado un par de encuentros para convertirse en imprescindible. Ayer fue quien más veces entró en juego junto a Laure, encaró constantemente, superó marcas y fue el futbolista que más chutó entre quienes pisaron el Calderón. En la última jugada, rozó el gol.

Minutos para Babel

El holandés aún no está. La propuesta funcionaba hasta que Fayçal dejó al equipo en inferioridad. Después todo se convirtió en un ejercicio de resistencia estropeado por Griezmann y a partir de ahí en una exhibición de impotencia abanderada por Ryan Babel. El holandés volvió a tener minutos para demostrar que en Abegondo aún le quedan muchas rutinas que adquirir.