El efecto Lázaro de Pepe Mel

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

La activación buscada con el cambio de entrenador afectó a varios jugadores y a la entrega del grupo

04 mar 2017 . Actualizado a las 13:12 h.

Entraron dos laterales y un centrocampista por un mediapunta y un par de interiores. El rival acabó empatando un partido que el Dépor gobernaba (hasta el descanso) en el marcador tangible y en el de las sensaciones. Los reflejos de Lux evitaron incluso la derrota. Parece el guion de un nuevo descalabro, pero en esta película de hora y media más los créditos los protagonistas acaban haciendo un corro en el centro del campo mientras el público aplaude entregado. Cosas del efecto Lázaro de Pepe Mel.

Fue, eso sí, un filme sin sorpresas. El nuevo director ya lo había destripado en la presentación de la previa: «Un cambio de entrenador hace que todos los futbolistas se activen». Solo dejó por desvelar la cantidad de energía extra que pretendía insuflarle al elenco. Finalmente, el subidón fue enorme. El técnico se valió solo -«de momento es un monólogo. Ellos están con las orejitas tiesas»- y el discurso debió ser de Goya porque los chavales salieron como motos y al esfuerzo coral se sumó además la rehabilitación de varios actores que hasta ahora carecían de papel.

Entrega coral

Veinte kilómetros más que en Butarque

El último ataque del Deportivo ante el Atleti murió en Borges porque Borges estaba muerto. Tieso completamente, bajó el envío en largo, pero en cuanto vio la llanura de césped que se abría por delante, decidió que bien valía con forzar un saque de banda. El tico fue el segundo jugador del Dépor que más kilómetros recorrió el jueves: 11,8. El resto del plantel aportó cien más, destapando una de las lagunas del duelo de hace una semana en Butarque. 92 kilómetros cubrieron entre todos los coruñeses que saltaron al campo a medirse al Leganés. Veinte menos de los que acumularon solo cinco días más tarde. Frente al Alavés, la penúltima cita en casa, habían sumado 104. Sobresalientes en la entrega, no destacaron tanto en otras facetas. En posesión (44%), acierto en el pase (78%) y tiros a puerta (dos, en trece intentos) el Dépor estuvo por debajo de lo que acostumbra como local.

Maratoniano Fayçal

Sacrificio y acierto para responder a la confianza

Mel logró que la intensidad subiera un punto a nivel coral y reactivó de paso a varios de sus jugadores. Fayçal, por ejemplo, llevaba casi una vuelta sin disputar un partido completo (el último fue frente al Celta en Balaídos). El jueves pagó en kilómetros la confianza del nuevo técnico. Cubrió 12,7, asomando por todas partes. El que más, con diferencia, de cuantos saltaron al césped de Riazor. Nada que ver nuevamente con lo de Butarque, donde el mejor registro fue el de Çolak, con 10,3 (el turco también había sido el mejor en este apartado ante el Alavés, con 10,7). El marroquí cambió varias veces de banda a lo largo del duelo, y estuvo fino en ambas. Fue el segundo jugador del Dépor que más veces tocó la bola y nadie (ni local ni visitante) acertó tanto al pasarla (93%). Tampoco nadie arrebató tantos balones de los pies del adversario. «Necesitábamos carácter y él tiene carácter -le elogió Mel tras el partido-. Gente que cuando la pierda apriete los dientes y vaya para adelante. Necesitamos ese tipo de futbolistas».

Omnipresente Mosquera

«Tácticamente, perfecto»

El reconocimiento del míster en sala de prensa alcanzó también a Mosquera. Otro que llevaba una eternidad (desde la joranada 12) sin jugar noventa minutos seguidos. Completó los que le dieron ante el Atleti como el futbolista blanquiazul más buscado. Intervino en 66 ocasiones y superó el 88% de envíos con final feliz. Fue además quien más balones despejó tras Sidnei. «Ha tenido criterio con el balón. Algo que el equipo necesita. Tácticamente ha estado perfecto», resumió el míster.

Los capitanes, en juego

Minutos para Álex y Laure

«He visto la participación especial para mí de Laure, de Álex, de Pedro», sostuvo el nuevo entrenador, citando a tres pesos pesados del vestuario coruñés. Con los dos primeros sobre el campo logró reunir a los cuatro capitanes del equipo por primera vez esta campaña. Bergantiños no había tenido minutos; Laure, solo ante la baja de Juanfran. El técnico expuso la necesidad de enchufar a todo el plantel para afrontar el resto de la temporada. De momento, ha resucitado a cuatro. El equipo se ha levantado, y corre.