Lucas Pérez sacia su morriña

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

El delantero del Arsenal aprovecha el parón liguero para pasar unos días en A Coruña con sus amigos

26 mar 2017 . Actualizado a las 17:06 h.

«Pero cómo no voy a aprovechar cualquier oportunidad para venirme a casa. ¿Dónde mejor voy a estar? Siempre es un lujo poder estar aquí y ver a los amigos y a la familia». El que habla es Lucas Pérez, el delantero del Arsenal que disfruta este fin de semana en A Coruña del tiempo libre que le ha concedido Arsene Wenger con motivo del parón liguero.

El de Monelos aprovechó el descanso para pasar unos días en compañía de su familia y amigos. Un poco de comida gallega, un par de paseos, visitas a Abegondo para seguir con la recuperación de la pequeña rotura fibrilar que arrastra y la alegría de volver a respirar el aire de A Coruña. «Escapo de Londres y no me encuentro otra cosa que lluvia. Pero así y todo, merece la pena venir», bromea tras degustar un sabroso almuerzo en compañía de algunos amigos, como Jorge Sáez y Loren, con los que compartió en su día vestuario en el Rayo Vallecano.

Unos días para desconectar del encapotado cielo londinense y de un Arsenal en el que trata de arañar minutos como puede. Algo más de mil son los que acumula el delantero gallego en la actual temporada, repartidos en 22 partidos. Y si el promedio de minutos por partido no es muy elevado sí lo es el de goles por minuto. A pesar de las pocas oportunidades que Wenger le está dando, Lucas se reivindica cada vez que salta al campo. Ocho tantos (3 en la Champions, 2 en la Carling Cup, y 1 en la Premier, otro en la FA y un tercero en la primera jornada de la Liga española (este con el Dépor) son su aportación goleadora esta temporada. Goles y asistencias, como el taconazo a Giroud en la Copa que permitió al francés marcar el tanto del triunfo del Arsenal. Una acción que fue destacada como una de las mejores de la temporada del fútbol inglés.

Pero Lucas no pierde ni la sonrisa, ni la ilusión. Resta importancia al problema físico que arrastra. Lo desvincula de su viaje a A Coruña. Y se marca objetivos a corto-medio plazo. «La próxima semana, de nuevo en Londres para trabajar duro y estar a punto lo antes posible. No queda otra que trabajar y trabajar para ganarse un puesto», comenta el delantero acompañado de su grupo de amigos que asienten con la cabeza y destacan la constancia de un futbolista que se hizo a sí mismo y que fue, precisamente en los malos momentos cuando sacó fuerzas de dónde no las tenía para superarse y crecer.

A sus 28 años, el de Monelos vive su gran momento por militar en un grande como el Arsenal, pero también sus desasosiego al ser una de las etapas de su vida en las que menos está participando en su equipo. Pero el Arsenal no quiere deshacerse de él tal y como se pudo comprobar en el pasado mercado invernal cuando, a pesar de las ofertas que llegaron a Londres para lograr la cesión hasta final de temporada, Wenger se negó. El francés sabe que en el coruñés tiene un soldado siempre dispuesto a darlo todo y obtener un rendimiento superior.

Cariño y admiración de los aficionados durante sus paseos por la ciudad

Pasear por el centro de A Coruña con Lucas es sinónimo de no llegar nunca al destino a la hora. Cada pocos pasos, el delantero del Arsenal tiene que detenerse para hacerse una fotografía o firmar un autógrafo. Y es que el cariño que siente la afición blanquiazul por el de Monelos es enorme. Cariño y orgullo el de los coruñeses que ven como uno de los suyos se codea con la élite en Londres.

«El otro día me trajeron una camiseta del Arsenal con tu nombre», le comenta Álvaro García, un sevillano de trece años que lleva viviendo tres en A Coruña y afirma ser socio del Deportivo y seguidor del de Monelos. Fue instantes antes de inmortalizar el momento en su móvil con una cara de ilusión propia del instante. Porque si algo tiene Lucas es que no escatima una risa. Un apretón de manos. Una palmada en la espalda. «Yo de pequeño era un chaval de esos que tenía sus ídolos y quería tocarlos. Es normal», afirma con humildad.

Ni la camiseta, ni la música de la Champions, ni el sabor de la Premier... Lucas quiere seguir siendo ese chaval de Monelos que se pasaba medio día jugando a la pelota y que un día tuvo un sueño que quiso hacer realidad: ser futbolista profesional. Madrid, Vitoria, Ucrania, Grecia... Muchas paradas con un único objetivo, del que ahora disfruta. Ser una estrella del fútbol.