La balanza se inclina a favor de Luisinho

Jose M. Pose

TORRE DE MARATHÓN

17 abr 2017 . Actualizado a las 17:40 h.

Luisinho resultó decisivo el sábado más allá de su gran papel a nivel ofensivo. Se encargó de cortar varias opciones peligrosas del rival; la más importante, con el empate a cero aún en el marcador. Abortó una contra clara del Málaga tras un saque de esquina acertando al ir al suelo como último hombre en el centro del campo.

El planteamiento dispuesto por Míchel de cara al encuentro en Riazor ayudó a que Luisinho pudiera subir por su banda sin demasiadas preocupaciones. Exprimió el dos para uno en ese costado explotando que Rosales no estuvo especialmente fino. Además de su acierto, se sumó la situación del rival, que no invitaba a las mismas alegrías en la otra banda. En la derecha del ataque visitante, el Chory acababa casi siempre ocupando espacios en la zona central, exigiendo menos en la marca al lateral del Deportivo.

Cuando Luisinho ofrece el nivel de concentración que ofreció el sábado, no puede generar ningún tipo de duda. El carácter le puede traicionar en ocasiones (menos de las que parece), pero al mismo tiempo lo vuelve muy competitivo. En su ya larga trayectoria en A Coruña, el futbolista portugués ha sido siempre importante. Siempre ha cumplido. Tenerlo sobre el césped ha resultado positivo para todos los entrenadores, que se han visto beneficiados por su versatilidad.

Quizá su principal problema esté en que para ser más regular parece hacerle falta un plus externo. La motivación extra le llega por el exterior y cuando la encuentra supera la media de rendimiento que siempre mantiene. A veces el carácter le juega una mala pasada, pero el entrenador siempre pone esos factores en la balanza, y en el caso de Luisinho la balanza se inclina a favor del jugador.

Navarro y Laure son laterales de mayor contención, pero cuando se juntan Juanfran y Luisinho, futbolistas que durante su carrera han llegado a actuar como interiores, el Dépor gana en opciones ofensivas. Todo tiene pros y contras, claro, y hay partidos en los que esta tendencia a subir le genera problemas atrás al equipo. El propio Mel habló de la fragilidad del lateral derecho en Sevilla, por ejemplo, y de ahí incluso la frecuencia del uso del doble lateral en los últimos años. En el partido contra el Málaga, el excelente nivel de los centrales ayudó mucho a descargar a los laterales de trabajo defensivo.