El Dépor, con la nueva política

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

LOF

Deja pasar los partidos sin llamar la atención, confiado en lograr el objetivo gracias a la ineficacia de los rivales

24 abr 2017 . Actualizado a las 09:42 h.

Mariano Rajoy Brey, gallego de Compostela, empezó a pensar en grande cuando consiguió emerger inmaculado de entre el fango del Prestige. Lo mandaron a su tierra de avanzadilla, como portavoz del Gobierno de Madrid, y en A Coruña pasó varias semanas capeando sin decir nada las preguntas más incisivas. Para cuando Aznar pisó María Pita, estaban comprometidos los subsidios, el hartazgo amansaba a la resistencia mediática, y había quedado instaurado un modelo. Un nuevo sello político. Asaltar el cielo no exigía ya ningún tipo de iniciativa. Bastaba con dejar pasar las crisis mirando al tendido, mientras el desgaste del riesgo y la urgencia pasaba factura al enemigo. A Rajoy, que echaba las mañanas sin despejar dudas en una sala de la Torre de Control, le ha salido un imitador al otro lado del Paseo Marítimo. Si así le ha ido bien al presidente, por qué no le iba a funcionar a todo un equipo.

El Deportivo lleva media vuelta exacta eligiendo jugar con negras. Espera el movimiento en falso del rival y deja que transcurran sus partidos. Ayer lo hizo otra vez en Anoeta. Compareció durante 90 minutos, sabedor de que ya habían movido en falso el Leganés, el Osasuna y el Granada. Ni siquiera tiró a puerta hasta el 84. Antes, chutó dos veces fuera. La Real Sociedad, aquel equipo que había caído 5-1 en Riazor, obligó a Lux a intervenir tres veces, remató una vez al palo y siete lejos del marco. Además marcó el único gol del duelo. Los chicos de Mel no transmiten nada pero ahí están, con ocho puntos de ventaja y una jornada menos.

Acabado el encuentro, Juanfran se agarró a la distancia corta: la derrota por la mínima como argumento. Basta con un marcador poco abultado para tapar los constantes dos contra uno en las bandas de la zaga blanquiazul, a donde llegaban siempre sueltos tanto Yuri como Zaldúa, o esconder la inoperancia ofensiva. Hubo tantos tiros entre los tres palos como lanzamientos de córner. Los de Eusebio, mientras tanto, pasaron un buen rato en las esquinas, desde donde botaron once acciones a balón parado. Lux fue el quinto jugador que más pases dio (36). El segundo, con 39, fue Sidnei. Hasta seis jugadores de la Real combinaron más veces que el brasileño.

No jugó a nada el Dépor, ni marcó, ni puntuó en Anoeta. Aún así, se acerca con discreción al objetivo. Pero el fútbol está expuesto a gestas ajenas al mundo político, a remontadas imposibles, a hinchas que pagan. Hay cuentas que cuadrar, y la imagen vale dinero. Al presidente, el del club, no le gusta lo que ve. Lo dijo en público el viernes y se lo dijo a los jugadores tras ganar al Málaga. La táctica del avestruz llevará a Moncloa, pero conduce también a un Riazor vacío.

Juanfran: «El partido no debió ser bonito, pero se ha competido»

Juanfran Moreno quiso poner en valor el partido del Deportivo en Anoeta a pesar del resultado y las escasísimas ocasiones de los coruñeses. «Al final es una derrota por la mínima, nos ha costado mucho asociarnos, con muchas imprecisiones de todos, y así es muy complicado crear ocasiones. Pero la realidad es que hemos competido contra un rival que juega muy bien y tiene las ideas muy claras», manifestó.

El lateral se defendió de las críticas: «Perdimos 1-0 de un centro de lejos, no han tenido tantas ocasiones. No hay que quitarle mérito a la Real. Hemos estado espesos, seguro que el míster la temporada que viene trabajará para mejorar eso. Entiendo a la gente, el partido no debió ser bonito, pero se ha competido».

Bergantiños: «Necesitamos mejorar la imagen fuera de casa»

Álex Bergantiños se mostró decepcionado por el rendimiento del Deportivo en Anoeta y la imagen dada por el equipo coruñés. «Estamos frustrados, fue un partido en el que sufrimos mucho y no fuimos capaces de salir para hacerles daño. Ellos juegan bien, abren mucho el campo y cada vez que recuperábamos estábamos ahogados y no teníamos salida fácil», analizó el capitán.

Bergantiños reconoció que aunque «en la segunda parte el equipo cambió y por lo menos tuvimos un par de llegadas al final», las sensaciones que se transmiten lejos de Riazor no son buenas: «Necesitamos mejorar para competir contra estos rivales y mejorar también la imagen fuera de casa. Pero por sacar algo positivo, estuvimos en el partido hasta el final».