A por un Luisinho hasta los 35

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

El club y el jugador negociarán ampliar ya el contrato que concluye en junio del 2018

06 jun 2017 . Actualizado a las 16:22 h.

Para dar cuenta del nivel de la temporada de Luisinho hay que apartar la vista del césped y llevarla de una sala de prensa a un despacho, con un año exacto de diferencia. El curso 2015-2016 se cerró con el despido de Víctor Sánchez y aquella frase lapidaria pronunciada por Tino Fernández en los bajos de Riazor: «La etapa de Luisinho aquí se ha acabado». Concluido el 2016-2017, entre las tareas pendientes de la secretaría técnica figura la de renovar al portugués, cuyo contrato se extingue el próximo verano. Con Fernando Navarro atado por su cláusula de continuidad, el Deportivo aspira a que el lateral izquierdo sea el primer puesto cerrado en el plantel de cara a la campaña que viene. Resta plasmar por escrito el interés, lo que debería ser sencillo dada la predisposición de ambas partes.

Las primeras tomas de contacto se produjeron hace más de un mes, pero con la permanencia todavía en el alambre, el diálogo solo dio para fijar una nueva cita cuando la salvación fuera cosa hecha. Está previsto que el encuentro entre el representante del carrilero luso y el responsable de la planificación blanquiazul se produzca esta misma semana y que de él salga un pacto que debería responder a la fórmula del 1+1. Es decir, establecer un vínculo forzoso hasta el 30 de junio del 2019 y condicionar su prórroga hasta el mismo día del 2020 en función de una serie de objetivos.

Sería esta la segunda ampliación en el contrato de Luisinho desde que apareció en A Coruña hace casi cuatro años, con el objetivo de reforzar a un equipo que pretendía retornar de inmediato a la máxima categoría. Firmó entonces por tres temporadas, a las que añadió otras dos cuando solo había cumplido la mitad del compromiso. Aquella decisión tuvo un significado especial porque se tomó con el Dépor metido en problemas: ocupaba plaza de descenso seis meses después de haber vuelto a Primera. La permanencia no se selló hasta la última jornada de un curso en el que el portugués fue el futbolista más empleado del plantel, gracias en parte a su polivalencia.

La situación cambió radicalmente en la 2015-2016, cuando las desavenencias entre el lateral y su entrenador se sumaron a la llegada de Navarro para convertir al luso en una pieza poco utilizada. Acabó incluso apartado del grupo tras un cruce de declaraciones entre el técnico y el agente del jugador que puso la puntilla al primero y pareció sentenciar al segundo. Fue entonces cuando Tino Fernández dio por cerrada la etapa de Luis Carlos Correia Pinto en A Coruña, sin tener en cuenta lo complicado que resultaría encontrarle reemplazo.

La escasez de carrileros zurdos contrastados y accesibles forzaron la continuidad del de Porto, quien hizo propósito de enmienda ante la dirección del club y ofreció un acto de contrición de diez meses. Sin necesidad de participar tanto como hace dos campañas, ha cumplido. Durante la etapa de Garitano, alternó titularidad y banquillo; durante la de Mel, se convirtió en indiscutible hasta lesionarse mientras se ejercitaba en Abegondo. Antes, protagonizó varios encuentros a gran nivel y fue incluso elegido mejor jugador del plantel en el mes de abril. Sus problemas de vestuario son cosa del ayer.

El cambio no ha pasado desapercibido y hay dos conjuntos de Primera que se han interesado por la situación del luso. Tanto el Alavés como el Las Palmas quieren reforzar su zaga por la izquierda y el portugués encaja en lo que buscan, aunque la edad del objetivo limita las probabilidades de una oferta económica. 32 años acaba de cumplir Luisinho, asentado con su numerosa familia en A Coruña, donde espera alcanzar al menos los 35.