Peina el mercado en busca de un nuevo central, con el brasileño a la espera de la nacionalidad española
25 jun 2017 . Actualizado a las 18:47 h.«Tenemos claro que será su último año en el Deportivo. Cuando el proceso de nacionalización culmine, terminará saliendo a otro equipo», afirmó Tino Fernández el verano pasado. Por tanto, no se trata de una especulación, sino de una realidad que Sidnei afronta sus últimos días como deportivista. En cuanto adquiera el pasaporte español y se convierta en jugador comunitario se revelará como una de las joyas más cotizadas del mercado. Se estima que su condición de central rápido, con buenas condiciones técnicas e inteligente tácticamente multiplicarán su precio.
El Valencia ya había pujado fuerte por el brasileño en los primeros días de la temporada pasada y estuvo a punto de hacerse con sus servicios, pero el club reaccionó rápido y se comprometió a pagar al Benfica (dueño de su pase) 6,5 millones de euros en varios plazos hasta hacerse con sus derechos en única propiedad. Esta negociación provocó que el futbolista firmase un nuevo contrato cuya cláusula de rescisión se elevó hasta los 25 millones de euros, pero su traspaso no supondría el ingreso total de esta cantidad en las arcas deportivistas. En virtud de aquel acuerdo, el Deportivo apenas ha hecho frente hasta ahora al primero de los pagos comprometidos, por lo que le correspondería algo menos.
Aprecio de la afición
El caso es que Sidnei vuelve a protagonizar ahora mismo el mercado de salidas del Deportivo. Solo la tardanza en unos trámites de nacionalidad que ya deberían haber culminado (el brasileño hizo el examen de conocimiento en abril del 2016 y poco después la prueba de idioma) está retrasando algo ineludible: que el equipo ha de prepararse para sobrevivir sin su líder defensivo de las últimas temporadas y uno de los jugadores más queridos por la afición, pese a que su última campaña se caracterizó por los problemas físicos y, asociado a estos, un llamativo descenso en su rendimiento.
La dirección deportiva se encuentra enredada en la búsqueda de su posible sustituto y estudia las posibilidades de un mercado aún adormecido por los escasos movimientos que se han producido hasta ahora. El baile de fichajes está tardando en comenzar y, además, el Deportivo no desea un recambio cualquiera. Consciente de la decisiva importancia de su dorsal 12 en las tres últimas permanencias consecutivas, mide los tiempos, estudia a fondo todas las posibilidades y toma distancia de las prisas por disponer de todas las piezas de su plantilla cuando arranque la pretemporada, el 5 de julio.
La oferta del Schalke por Insua
Arribas y Albentosa cuentan con contrato en vigor, al tiempo que Navarro, con una campaña más de compromiso, también ha ocupado la posición de central en momentos de necesidad de la pasada campaña. Además, el Deportivo tiene aún que decidir sobre el futuro de Insua y Róber, los centrales de la cantera que fogueó durante la temporada recién finalizada en el Leganés y el Levante. Ambos tienen contrato en vigor y están citados para la pretemporada, cuando deberán demostrar su valía a Mel. Aunque parece improbable, a tenor de lo ocurrido en las últimas horas, los dos podrían encontrarse ante la oportunidad que siempre habían soñado.
La evolución de los acontecimientos, con la oferta del Schalke por Insua sobre la mesa, condiciona todo en cuanto al futuro del de Arzúa y de su compañero coruñés. Porque una vez Sidnei adquiera el pasaporte español, se abra la puja al mejor postor y deje A Coruña, el trabajo de Insua o el de Róber -si sale uno, el otro tiene todas las opciones de vestir de blanquiazul la próxima temporada- les dará la medida de la oportunidad que el entrenador madrileño les ofrecerá: si la de esperar una ocasión, o hasta la de protagonizar el futuro del equipo.