Con el despido ayer por la mañana de Tyton y la salida a última hora de Albentosa cedido al Nàstic de Tarragona, el club coruñés cerró su plantilla para esta temporada con 24 futbolistas
01 sep 2018 . Actualizado a las 10:48 h.Tres meses le ha llevado a Carmelo del Pozo perfilar el nuevo Dépor. A las doce de la noche de ayer quedó definitivamente configurado el plantel con el que trabajará Natxo González durante esta temporada. Desde que el 23 de mayo se hacía oficial el fichaje de Dani Giménez hasta que anoche concretó la marcha de Albentosa, el director deportivo blanquiazul cerró 28 operaciones para confeccionar una plantilla a su gusto y al del entrenador que tendrá la innegociable misión de devolver al club a la Primera División.
Con el plantel ya definitivo y cuatro puntos en la mochila (empate en Albacete y triunfo en Almendralejo), el equipo gallego visita esta tarde (20.30 horas, LaLiga 123) el Heliodoro Rodríguez López con el objetivo de cerrar invicto su difícil inicio de competición con tres partidos como visitante.
Fue un verano de muchas negociaciones para limpiar un vestuario que el director deportivo consideraba nocivo. Y esta filosofía es la que ha trasladado al plantel actual: a los nuevos y a los que se han quedado. «Llevábamos tiempo en una dinámica negativa en el vestuario y era necesario empezar de cero y hacer limpieza», reflexionaba el jueves Borja Valle tras confirmar que se quedaba en el club coruñés y ampliaba su contrato.
Con anterioridad, futbolistas como Bergantiños y Mosquera se alineaban en esta filosofía marcada por Carmelo del Pozo. Y así, solo ocho de los que condujeron al equipo a Segunda continúan en ese vestuario tras la depuración que ha intentado el segoviano.
Y podían haber sido más, si a la operación salida no se hubiera sumado finalmente Albentosa. Después de todo un verano recibiendo ofertas en las que no hubo acuerdo a tres bandas (futbolista, Deportivo y club comprador), a solo cinco minutos del cierre del mercado el Nàstic se lo llevó en préstamo hasta final de temporada, cuando el central regresará a A Coruña, donde tiene contrato hasta el 2020. Su compañero Saúl García, en cambio, continuará en el equipo al menos hasta enero. El plantel queda así con 24 jugadores (uno menos del máximo que permite la reglamentación), después de que ayer por la mañana se cayese Tyton, despedido para poder hacer sitio a Carlos Fernández, la última incorporación blanquiazul.
La zona que más variaciones ha sufrido es la de atrás. Cambio de hombres y de filosofía. Empezando por la portería, en la que el club apuesta por solo dos metas con ficha del primer equipo en lugar de tres como hasta ahora. La defensa titular es totalmente nueva y en el grupo solo quedan Valentín y Eneko Bóveda. Ninguno tuvo trascendencia en el pasado ejercicio.
En el polo opuesto se sitúa el medio del campo, en el que el club ha mantenido hasta a seis jugadores, más el regreso de Bergantiños, llegando cuatro jugadores nuevos. Ya en ataque, Borja es el único superviviente de una delantera en la que Quique ha sido titular en los dos primeros partidos, Christian Santos salió desde el banquillo en Almendralejo, y Carlos Fernández llega en busca de minutos.
Una plantilla en la que prima la experiencia y la limpieza del expediente disciplinario para un Deportivo que trata de alcanzar el ascenso a través de la unión del grupo y la seguridad defensiva. Tenerife debe servir hoy para demostrar que este Dépor está preparado para todo.