José Olmos, el coleccionista que tiene la camiseta de Leyma del Dépor que busca Martiño Rivas: «No se la vendo a nadie»

TORRE DE MARATHÓN

José Olmos, el coleccionista de camisetas del Dépor que vendió a Martiño Rivas la de Feiraco que llevó a «El Hormiguero».
José Olmos, el coleccionista de camisetas del Dépor que vendió a Martiño Rivas la de Feiraco que llevó a «El Hormiguero».

Este ilicitano, deportivista hasta la médula, tiene en su poder hasta 160 enseñas de jugadores del Deportivo de A Coruña. Olmos está ayudando al actor coruñés con su búsqueda de la emblemática camiseta

04 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Martiño Rivas comenzó hace unas semanas la búsqueda de una camiseta concreta del Dépor: «Alguen cunha cami do Dépor dos 90 con publi de Leyma? Xente, a que busco é a da marca ROX (a cal penso non exite)», compartió el actor en su perfil de Instagram. 

Esta prenda es un reliquia muy difícil de conseguir. Pero Rivas ya sabe quien la tiene: José Olmos, un ilicitano de 37 años que colecciona equipaciones del club coruñés. Sin embargo, él no se la vende. «Para mí esta camiseta no tiene precio, pero le estoy ayudando a conseguir una». 

La visita de Martiño Rivas a «El Hormiguero» con la mítica camiseta de Feiraco.
La visita de Martiño Rivas a «El Hormiguero» con la mítica camiseta de Feiraco.

Martiño y José se conocieron por Wallapop, plataforma donde se pueden encontrar prendas de fútbol de temporadas pasadas. De hecho, Olmos fue la persona que vendió a Rivas la camiseta de Feiraco del Dépor que llevó a «El Hormiguero». «Se la di por unos sesenta o setenta euros», casi regalada, cuenta el coleccionista. «Ahora está por las nubes, la gente las está comprando por más de 200 euros», añade. Un éxito que tiene que ver con la propia aparición en el programa de televisión, aunque a Martiño Rivas le valiese una bronca de su representante.

El actor coruñés no presionó al seguidor deportivista para que pusiera un precio a la preciada equipación. «Él entiende que no se la venda; no se la vendo ni a él ni a nadie», cuenta Olmos. No obstante, señala que está ayudando al actor a conseguir una: «Estamos buscando por cielo, tierra y mar», relata. La equipación que atesora José es una de manga larga que perteneció a Djukic. «Pagué por ella unos 600 euros, y la vi barata. Hay que recordar que todas esas camisetas no se vendían en tienda como ahora. Son equipaciones que pertenecieron al jugador», explica.

El coleccionista cuenta que tiene 160 enseñas del Deportivo y tiene claro que su objetivo no es hacer dinero. «Tengo como 25.000 euros en equipaciones», apunta. Lo cierto, sí que recuerda un momento en que estuvo mal de dinero y se deshizo de alguna de las joyas de su colección. «Las vendí entre lágrimas».

Esta afición por el Dépor le viene desde pequeño. José es y vive en Elche (Alicante), pero se crio en A Coruña, donde estuvo hasta los ocho años. Ahora tiene 37 años y durante su etapa coruñesa pudo disfrutar desde bien niño de todos los éxitos del Superdépor. «Nos hizo felices, un equipo pequeño trajo a los mejores jugadores del mundo y competíamos de tú a tú con el Barcelona». Un sentimiento que comparte con Martiño Rivas. «Nos enseñó que podíamos mirar cara a cara a cualquier equipo de España», contó el actor en una de sus intervenciones televisivas.

De ese tiempo pasado José tiene grandes joyas en forma de camiseta:la que llevó Claudio Barragán en la final de Copa del Rey del año 1995, el primer gran título blanquiazul. «Me ofrecieron 3.000 euros por ella, pero ni de broma, no la daría ni por 6.000 euros». El otro tesoro es la de la última temporada que jugó Bebeto en el Dépor. Este tipo de equipaciones las ha conseguido de los propios jugadores o de amigos de ellos. Pero en realidad el secreto del éxito está en las madres de los deportistas. «Ellas lo guardan todo», sentencia. 

A pesar de la distancia, este deportivista mantiene la afición por el equipo de la ciudad como el primer día. Así, sigue siendo socio y viene a todos los partidos que puede. Eso sí, el fútbol que hay ahora no le gusta tanto como el de los noventa. «Cada vez me gusta menos. Ahora todo lo mueve el dinero, se ven muy pocos jugadores como los de antes», termina.