Espinosa desbloquea la depuradora tras las protestas de los empresarios

J.F.

VIGO

20 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Venticuatro horas después de la queja pública de los empresarios por el parón del proyecto de la nueva depuradora del Lagares el proceso se ha puesto nuevamente en marcha. Ha bastado una carta de la ministra de Medio Ambiente remitida al alcalde y al conselleiro Agustín Hernández para que encajaran unas piezas que en los últimos tres meses no completaban el puzzle de esta importante obra de infraestructura.

Salvo alguna incidencia, en los próximos días Espinosa citará a Caballero y Hernández para la firma del convenio, algo que el conselleiro había reclamado infructuosamente en las últimas semanas. Una vez resuelto este trámite se convocará la licitación para adjudicar la redacción del proyecto y la ejecución de las obra de una tacada. Si todo sale bien en el 2011, e incluso antes, las máquinas podrían estar trabajando junto a la junquera del Lagares.

El problema que la ministra resolvió sin despeinarse fue la negativa del alcalde a financiar la acometida eléctrica, una factura de poco más de cinco millones de euros en un total de 230. Esta aportación ya figuraba en el borrador del convenio aceptado en noviembre de 2008, pero en estos momentos Caballero lo consideraba una afrenta para la ciudad por parte de la Xunta del PP.

La solución de la ministra, que Caballero elogió y el conselleiro igualmente consideró válida, consiste en eliminar la aportación municipal a cargo de la bajada que sufrirá el proyecto en el proceso de adjudicación. Lo normal es que cualquier proyecto se adjudique con un diez o un veinte por ciento de rebaja sobre la previsión inicial de los técnicos. Por tanto, no habrá problema en liberar al Concello del pago de la acometida y con seguridad tanto la Xunta como el Ministerio verán también reducidas sus respectivas aportaciones, siempre en función de las ofertas económicas de las empresas interesadas.

Solución inmediata

Lo ocurrido ayer generó una cierta sorpresa ante la facilidad para desembrollar un proyecto que parecía no tener salida. Desde el primer momento la Xunta dijo que los 126 millones que les corresponden eran su aportación máxima, y que no estaba dispuesta a pagar más. El Concello, por su parte, rechazó la factura de la acometida eléctrica y la ministra, responsable última de la adjudicación de la obra, ha esperado tres meses a tomar la iniciativa.

Pese a las dificultades mencionadas los problemas reales empezarán a partir de ahora. Con seguridad parte del 2010 se consumirá en la adjudicación y después vendrá la elaboración del proyecto. Por tanto, harán falta varios años para que la macrodepuradora del Lagares esté en servicio, un paso imprescindible para el saneamiento de la ría.

Respecto a la financiación, la Xunta aportará más del 50% del coste total de sus presupuestos, aunque en lugar de hacerlo en cuatro años lo hará en diez pagando los correspondientes intereses. El Concello se limitará a la aportación de los terrenos y el Ministerio de Medio Ambiente se hará cargo del pago de más de cien millones de euros que recibirá en su totalidad de fondos de la Unión Europea.