José Pérez Fernández era un inspirado poeta en lengua gallega
04 abr 2012 . Actualizado a las 07:05 h.E l mítico boucense Isidoro Araujo de Lira tuvo que cruzar el charco y establecerse en Cuba, para, después de algunos escarceos literario-periodísticos fundar El Diario de la Marina, que duró más de cien años, hasta la llegada al poder de los barbados de Sierra Maestra. Ya había muerto Araujo, de manera novelesca en 1861, en un duelo motivado por un asunto que no le iba ni le venía, cuando cinco años más tarde, el 15 de febrero de 1866, nacía en San Clodio (Ortigueira-A Coruña), José Pérez Fernández, el hombre que bajaría desde la Galicia norte a la ría viguesa, para fundar aquí El Eco de Bouzas, único periódico que ha existido en la villa.
Como tantos y tantos docentes, tuvo que recorrer diversas poblaciones hasta encontrar su asentamiento definitivo. A poco de terminar Magisterio en Compostela tuvo escuela en el ayuntamiento de A Capela, para pasar luego a Mugardos y de allí a Castro -actual Miño-, todos en A Coruña. El 3 de junio de 1896 era designado maestro en propiedad de la escuela elemental de niños de Bouzas, con un sueldo anual de 825 pesetas más otros emolumentos. Malos tiempos, aquellos, para la lírica, porque empezaba a haber sospechas de que perderíamos las Antillas, por las que habían luchado Isidoro Araujo de Lira y otros miles de españoles.
Los primeros tiempos
De sus primeros tiempos de docente en la antigua escuela del atrio, luego casa rectoral, queda el testimonio de un alumno suyo y a la vez sobrino, José María Mera González -muy popular- de que era hombre rígido al tiempo que indulgente, que no disculpaba la falta a clase de sus alumnos, muchos obligados tempranamente a colaborar al sustento de sus hogares. Lamentaría una y mil veces ver a muchos con los pies descalzos.
Antes de pasar a una escuela mejor dotada, donación de Tomás A. Alonso, en la calle Casiano Martínez, fundó El Eco de Bouzas, que salió a la calle el 12 de octubre de 1902. Según el Anuario de Bailly Bailliere de 1901, el municipio de Bouzas contaba por entonces con 9.000 habitantes; Vigo se aproximaba a 30.000 y tenía al menos tres diarios y un semanario.
El maestro seguía plenamente entregado a la docencia. Una de sus prioridades era evitar que sus alumnos, con 10 o 12 años ya tuvieran que salir a la mar, para ayudar a sus familias. No dejaba de lado otras tareas creativas, como las de poeta inspirado en lengua gallega.
El periódico El Eco de Bouzas, católico, moderado, que se estima pudo acudir 19 veces a la cita con sus lectores, se editaba en la plaza de la Constitución, 2, en la imprenta de Ramón Sinforiano Fernández Fernández, que durante algunas temporadas dirigió el semanario El Restaurador, que en ocasiones tenía más fachenda de ultracatólico que otra cosa. Por lo leído, el tal Ramón Sinforiano se jugó la vida en las revueltas populares del Martes de Carnaval de 1903, con que iniciamos esta Memoria de Vigo, porque una bala le rozó el cuello.
10 céntimos
Pero volviendo al periódico, digamos que su formato era 38x26, se vendía a 10 céntimos y la suscripción trimestral costaba 60 céntimos. Un bisnieto del editor, José Telmo Grande Pérez, y otros familiares, conservan amorosamente una decena de ejemplares de la colección, donde se daba noticia de la vida local: desde las sesiones municipales hasta los problemas de infraestructuras, las vicisitudes de la flota, así como la necesidad de conseguir para Bouzas un muelle y una plaza para comercializar el pescado. Quizá la noticia más emotiva que guardan sus páginas sea el nombramiento en propiedad para el municipio del doctor Casás, cuya estatua se venera en Bouzas.
José Pérez Fernández, el fundador de El Eco de Bouzas, había contraído matrimonio en la villa, con María González Vázquez, el 25 de abril de 1898. Tuvo cuatro hijos, María, Jesús, Pepita y Carmen y él fallecería en Bouzas el 19 de enero de 1914.