El cabecilla de la red de sicarios internacional desmantelada en Galicia residía en O Porriño

VIGO

Cedido

La operación se ha saldado con siete detenidos, tres de ellos en la provincia de Pontevedra

24 abr 2014 . Actualizado a las 15:02 h.

La red de sicarios que operaba desde Galicia y se dedicaba a cobrar deudas por encargo usando la violencia se ha cerrado con la detención de siete personas en total. Tres de ellos fueron localizados en Pontevedra, Baiona y O Porriño, donde la supuesta empresa tenía su sede, y otros cuatro en las provincias de Badajoz, Madrid, Guadalajara y Cantabria.

La actuación de la Guardia Civil, en el marco de la operación explosiva-Juan, logró averiguar que los sicarios usaban gran violencia, coacciones y amenazas contra los deudores. Para ello se valían de un arma de fuego simulada, material de vigilancia y más de una decena de matrículas falsificadas de varios países europeos, con lo que intentaban despistar a la policía. Los implicados, normalmente de origen lationamericano, eran de gran corpulencia (algunos incluso estaban dedicados al culturismo profesional).

La investigación se inició en agosto del año pasado a raíz de varias denuncias de las víctimas, asegurando que sufrían amenazas y extorsiones de una supuesta empresa dedicada al cobro de deudas. Los implicados decían trabajar para la firma Eurobulldog, que operaba por Internet y se promocionaba como firma para «el cobro extrajudicial a nivel internaiconal». La marca ofrecía actuar en España, Portugal y el resto de la Unión Europea.

Según pudo averiguar la Guardia Civil, la web no estaba registrada como empresa mercantil y no contaba con los mecanismos legales para el cobro de los servicios prestados ni para el pago de obligaciones tributarias. La firma actuaba desde una vivienda la provincia de Pontevedra.

Tras localizar al cabecilla en O Porriño, P.M.G., los agentes pudieron seguir la pista a todos los miembros de la organización y pudieron proceder a su detención. El líder de la banda ingresó ya en prisión.

Modus operandi

La organización ofrecía sus servicios a los clientes a través de una web donde los empresarios contactaban con el cabecilla de la red. Una vez hechos los contactos, el cliente ofrecía los datos de la víctima, así como la deuda que reclamaba. Los sicarios establecían las cuotas en función de la cantidad adeudada, el desplazamiento o los medios necesarios para obtener el cobro. Todo ello quedaba estipulado en un falso contrato y si el cliente no abonaba el porcentaje establecido pasaba a formar parte de los morosos.

Para dar una apariencia lega a la organización, tenían establecidos cargos como el director comercial, el encargado de la dirección y duspervisión, contactos y contratos con los clientes o departamento logístico. Los implicados tenían personas que se dedicaban a emplear la violencia contra las víctimas y cometer extorsión y amenazas. Para desplazarse usaban vehículos de alquiler y sin rotular a los que cambiaban las matrículas por una portuguesa para obstaculizar la labor policial.

La red de sicarios no dudaba en realizar visitas a los supuestos morosos e incluso amenazaban e insulaba a las víctimas o los familiares más cercanos. El grado de violencia iba subiendo y en una de llas incluso se registró una tentativa de homicidio.

La operación ha sido llevada a cabo por las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de la Guardia Civil de Navarra y Guadalajara y han participado agentes de diversas especialidades

La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número DOS de Tudela (Navarra) y el Juzgado de Instrucción número DOS de Guadalajara. El cabecilla de la red como su lugarteniente han ingresado en prisión sin fianza.