Más de 10.000 ciudadanos hacen viguismo en Facebook

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Pegatinas de bares y discotecas míticas como Sol o Niu Port.
Pegatinas de bares y discotecas míticas como Sol o Niu Port.

En la página creada hace menos de 20 días, los internautas comparten las singularidades y curiosidades de Vigo

28 jul 2014 . Actualizado a las 12:47 h.

Si viviendo en O Calvario, al ir al centro dices que vas a Vigo, si alguna vez te has tomado un helado en Capri, si sabes lo que es un jicho, si al autobús le llamabas un vitrasa, si odias a las gaviotas, si has comido empanadillas en el Rufino, si sabes que los de Cangas llaman jodechinchos a los madrileños y a los vigueses, si te resulta familiar el soniquete ¡Parisién y patatillaaas!, entonces, es que eres de Vigo.

Esas y muchas más particularidades del ser vigués pululan desde hace dos semanas por Internet y el número de usuarios no para de crecer. La página Tú no eres de Vigo si... fue creada el pasado 10 de julio por el periodista Jorge C. Alonso y a día de ayer rozaba los once mil miembros. Los nacidos o residentes de la ciudad desde hace muchos años disfrutan compartiendo en la red características distintivas, recuerdos, fotos y comentarios sobre asuntos que para un foráneo son marcianadas inextricables.

«La respuesta ha sido absolutamente increíble. Hoy por hoy somos la página de este tipo de Galicia que tiene más seguidores. En mi experiencia profesional, a no ser que fuese una página de un artista o similar, nunca había visto en Facebook una respuesta tan viral», indica Alonso.

Su idea no es original. Hay decenas de páginas del mismo estilo y cada vez se crean más en ciudades y pueblos de España. En Galicia hay varias (en Pontevedra y Ourense, por ejemplo), pero lo cierto es que ninguna ha tenido un despegue ni un activismo tan fuerte como la viguesa. Alonso no se arroga el mérito. «La primera de la que hay constancia, hace dos o tres años, fue en Ohio (Estados Unidos) y en España, de Castelldefels. Mi intención fue, al ver una página de otra ciudad, hacer algo parecido aquí. Me hace mucha ilusión cada vez que leo que alguien se ha reencontrado con alguien después de mucho tiempo gracias a esta página, o gente que cuenta que se la enseña a sus padres o abuelos y se emocionan al ver las fotos, los comentarios, etcétera», asegura.

La propuesta comunitaria se nutre de lugares míticos que aún existen o que ya han desaparecido, guiños gastronómicos, personajes curiosos o anuncios antiguos de establecimientos cerrados hace décadas.

Los vigueses que entran en el círculo también destacan los modismos que les distinguen, como llamar tenis a las zapatillas deportivas, no saber diferenciar entre los verbos mirar y ver, decir manito en lugar de manita o saber arrancar el coche en cuesta sin tirar del freno de mano. Las empinadas calles son un lugar común en el grupo y se proponen concursos para decidir cuál es la vía con más pendiente de la ciudad. La cosa está entre el callejón de Núñez, Chile o la Rúa Alta del Casco Vello.

Entre las menudencias de la idiosincrasia local también hay espacio para recordar denominaciones que han cambiado, como el Hospital Xeral que muchos aún llaman la residencia (Almirante Vierna) o siguen llamando José Antonio a la calle Urzaiz.

Lo más vigués, la escisión

Pero un cisma temprano convierte todavía en más viguesa a la página. A los pocos días de su creación ya había una escisión. Se formó una «comisión de afectados», que, descontentos con el rumbo «rancio», a su entender, que estaba tomando el entretenimiento. Al ser censurados y eliminados algunos de sus comentarios, pusieron en marcha a su vez un grupo cerrado: Tú no eres de Vigo (unleash). El colectivo de rebotados, algunos expulsados de la página anterior, centra sus puyas en el administrador. Todo comenzó porque este decidió bautizarse como cofrade mayor y llamar a los miembros cofrades, que más tarde cambió por cofrades-jichiños. La ristra de chistes sobre los rituales de las hermandades con capirote es interminable.