El Concello cerró Sereos para arreglar la plaza de Argüelles

J. Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

Usuarios de Sereos ante el antiguo local tras su cierre.
Usuarios de Sereos ante el antiguo local tras su cierre. óscar vázquez< / span>

«Ha sido una jugada del gobierno local, que no ha valorado el proyecto que le presentamos», afirma Antón Bouzas (El Imán)

16 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El 1 de agosto del 2013 el gobierno de Abel Caballero cerró el local municipal que el proyecto Sereos utilizaba desde muchos años antes en las escaleras que comunican Elduayen con la plaza de Argüelles. Un año después, el pasado jueves, el alcalde anunció una inversión de 350.000 euros para mejorar el estado de la zona.

Todo indica que el Concello decidió eliminar Sereos para facilitar la reforma forzando la salida de los extoxicómanos que recibían tratamiento y apoyo en este lugar. Desde luego, así lo considera la asociación El Imán, impulsora y defensora de este proyecto y que desde entonces batalla para lograr otra ubicación.

Antón Bouzas, su coordinador, no duda en calificar lo ocurrido como «una jugada» perfectamente planificada. «Nosotros le habíamos entregado al gobierno municipal una propuesta de reforma del local, de las escaleras y de la propia plaza, que no han tenido en cuenta. Han preferido cerrar Sereos, como se ha visto».

La propuesta de El Imán consistía en bajar el local situado en las escaleras hasta el nivel de Elduayen. «De esta forma habría más espacio para la atención de los usuarios, que no tendrían que esperar en las escaleras, algo que al parecer molesta profundamente en el Concello. También pretendíamos colocar un lucernario en la plaza, en el lugar donde ahora se encuentra una estatua, lo que permitiría la entrada de luz natural», explica.

Este proyecto se lo entregaron a Santiago Domínguez y María Méndez, teniente de alcalde y concejala de Benestar Social en el anterior mandato y ambos del BNG. «Dijeron que les encantaba, pero nunca volvimos a saber nada», explica un Bouzas, molesto tras un año de cierre de Sereos.

No se atreve a vaticinar que puede ocurrir en el futuro «ya que a nosotros no nos informan de nada; desde luego no es que nosotros hayamos roto ni dejado de romper relaciones», resume. Lo evidente es que, como ha hecho en otros casos (Federación Vecinal, asociación de Teis) el gobierno municipal de Abel Caballero veta a los colectivos que protestan alguna de sus decisiones, y El Imán no ha sido tampoco una excepción.

la gestión municipal, en entredicho